Las reacciones al comunicado hecho público por ETA el domingo eran más que previsibles. Algunas pueden haber sido redactadas con anterioridad a la lectura del escrito. Y otras suben el tono hasta puntos inéditos.

En «El Mundo» concluían que el secretario general de Eusko Alkartasuna es «cómplice» de ETA. No se lo pierdan.

En su editorial de ayer, el escribidor de Pedro J. aseguraba que, en el comunicado de referencia, ETA «hace un llamamiento a la unidad de la izquierda abertzale, defen- diendo la teoría de la acumulación de fuerzas para lograr la independencia del País Vasco» y que «la dirección de la banda tiende una mano al sector liderado por Otegi y Usabiaga, que defendían en la propuesta de Alsasua iniciar un proceso político sin ingerencias de la violencia». ¿Dónde está el delito?

Una lectura un tanto sui generis le lleva a concluir que «ETA reconoce la labor de este sector posibilista y les invita a sumarse a su proyecto independentista, pero al mismo tiempo deja claro que va a seguir matando».

Y esa conclusión le permite hacer una cabriola para llegar a donde quería: «Resulta insólita, por ello, la reacción de Peio Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna (EA), valorando `positivamente' el comunicado de ETA. Urizar argumenta que ETA apuesta por `la lucha política' como EA, pero lo que olvida es que también defiende el asesinato como parte de esa lucha. Sus declaraciones le convierten en cómplice de la banda, que sigue considerando la violencia el eje central de su estrategia y pretende que la izquierda abertzale acepte ese dogma como una verdad indiscutible». ¡Qué fuerte!

Para concluir se inventa algunas cosillas: «Para ETA, no ha cambiado nada en estos últimos 30 años y pretende hacer creer a los suyos que podrá doblegar al Estado. La realidad es bien distinta porque la banda está acorralada policialmente y las circunstancias políticas han cambiado en el País Vasco, lo que hace todavía más difícilmente comprensibles las declaraciones de Urizar». Pues yo las he comprendido a la perfección.