La selección francesa parte como el rival a batir en el Campeonato de Europa que comienza hoy mismo en Austria y que se alargará hasta el próximo 31 de enero. El combinado galo, actual campeón mundial y olímpico de la modalidad, buscará completar el triplete con el cetro europeo que se le resistió hace dos años en Noruega, recuperando así un título que ya ganó en Suiza 2006. Sería la confirmación final, si es que les hace falta, para una generación de jugadores que será muy difícil de repetir.

El seleccionador Claude Onesta volverá a contar en sus filas con varios de los mejores jugadores del panorama europeo. Con el incomparable Nikola Karabatic dirigiendo el juego y el ya mítico Thierry Omeyer guardando la portería, Luc Abalo, Michael Guigou, Didier Dinart, Jerome Fernandez y Daniel Narcisse, entre otros, forman un bloque muy difícil de batir. La final del pasado Mundial, ganando a Croacia en su propia casa, habla del instinto ganador de la selección gala, mientras que su victoria en el reciente Torneo de París-Berçy muestra que llega al Europeo en buena forma.

No obstante, serán muchos los que intenten hacer frente a la selección francesa explotando sus virtudes en una competición corta e intensa en la que los finalistas deberán jugar hasta 8 partidos en apenas 13 días. Es el caso de Dinamarca, actual campeón de Europa, que basándose en su ferrea defensa fue capaz de hacerse con el título en 2008.

Bajo las órdenes de Ulrik Wilber, uno de los técnicos más laureados de todo los tiempos, Kasper Hvidt, Lars Christiansen, Mikkel Hansen, Torsten Laen y compañía intentarán revalidar la victoria lograda en la final de hace dos años ante Croacia.

El conjunto de los dálmatas, subcampeones europeos y mundiales, será precisamente otro de los aspirantes a los puestos de honor junto a selecciones clásicas como Islandia -actual subcampeón olímpico y finalista en el Torneo de París-, Alemania -campeón del mundo en 2007-, Suecia -ganador de cuatro entorchados europeos-, España -bronce en los últimos Juegos Olímpicos- o Rusia.

En cuanto al sistema de competición, se volverá a utilizar el mismo programa que en las últimas grandes citas de balonmano. En la primera fase, con grupos de cuatro equipos, se jugarán tres partidos y se clasificarán los tres primeros arrastrando los puntos obtenidos a la siguiente ronda. En esa nueva fase se crearán dos nuevos grupos de seis equipos, donde cada escuadra jugará contra los tres rivales que lleguen del otro grupo. Los dos primeros se clasificarán para jugar las semifinales del sábado, 30 de enero, y la gran final se disputará el domingo, 31 de enero.