Campeonato de Parejas
Irujo y Beroiz, sólidos líderes a base de cincel y martillo
La pareja de Aspe abrió brecha (20-11) a base de castigar constantemente a Mendizabal II en un buen partido jugado a rachas en función del material. La gran reacción de Olaizola II llegó demasiado tarde.
Jon ORMAZABAL I
Juan Martínez de Irujo y Mikel Beroiz reforzaron ayer su liderato tras imponerse por 22-20 a Olaizola II-Mendizabal II en un partido que, al menos en emoción e intensidad, respondió a todas las expectativas creadas de antemano. La de los de Aspe ayer fue una victoria labrada a base de martillo y cincel, ya que sabedores de su mayor pegada, los representantes de Aspe forjaron su triunfo en el constante golpeo que ejercieron sobre Oier Mendizabal, especialmente en la parte final del partido. Con el boquete abierto, (22-11) Aimar Olaizola sacó su preciso tiralíneas, pero su exhibición rematadora sólo les sirvió para minimizar el daño, con un tanteo bastante decoroso.
Sabido es que Juan Martínez de Irujo por sí solo es capaz de derribar casi cualquier pareja rival, pero para tirar abajo el solidísimo muro defensivo formado por Olaizola y Mendizabal II necesitó del mejor Mikel Beroiz, que empujó desde atrás todo lo necesario en su mejor partido del campeonato. El de Uharte había declarado que no estaba satisfecho con el comienzo de campeonato que había realizado, pero ayer cuajó una actuación sin ningún pero, ya que además de no fallar, nunca entregó pelota franca y fue esencial en la labor de derribo que tuvo a Irujo de lanza.
Jugado a rachas
El partido se desarrolló a rachas y en ello tuvo su importancia el material -ninguno quedó satisfecho con el del rival ya que a los colorados las de los azules les parecieron demasiado lentas y los de Asegarce se quejaron de que las de los de Aspe parecían «saltarinas»-.
Así, los azules aprovecharon un comienzo bastante errático de los azules para adelantarse 1-5. Aimar Olaizola salía victorioso en los primeros combates en los cuadros alegres, pero cometió una falta de saque que dio la iniciativa a los líderes.
No obstante, a partir de la igualada a nueve los de Aspe entendieron que sus opciones pasaban por someter a Oier Mendizabal a asedio constante y a ello se pusieron. Con las ideas muy claras y sin salirse un milímetro del guión, los de Aspe cargaron constantemente atrás y, pese a la titánica resistencia del de Añorga, abrieron un hueco en el marcador que parecía definitiva.
No obstante, cansado de ser marginado del partido sistemáticamente, Aimar Olaizola entró en juego a partir del 20-11 y, con un material mucho más beneficioso a sus intereses, arriesgó en los remates con una efectividad pasmosa, con la que incluso hizo sufrir a una pareja que ya se había visto ganadora. En la parte final del choque, los sometidos al asedio parecían ellos, pero la ventaja fue suficiente.
El campeonato viaja hoy a Logroño, con el regreso del Adarraga y de Otxandorena.