Asier Bastarrika Gorostiza | Aia
El virus de la fe ciega
La reciente campaña de la Gripe A ha sido una muestra clara del funcionamiento de la medicina moderna. Grandes intereses corporativos haciendo negocios fraudulentos en connivencia con las autoridades, utilización de los medios de comunicación (propaganda gratis) para extender un pánico injustificado, saqueo de las arcas públicas, imposición militarista de medidas sanitarias...
La medicina es un gran negocio que necesita de enfermos; curar sería contrario a sus intereses, necesita tener muchos enfermos, vivos pero enfermos, a poder ser enfermos crónicos, sean reales o imaginarios.
A la medicina moderna le interesa una sociedad ignorante, dependiente e incapaz de funcionar por sí misma que necesite de sus patentes y de su tecnología, incluso creando necesidades artificialmente para subir su cota de negocio
La Humanidad ha sido capaz de evolucionar y sobrevivir durante su existencia gracias a la magia, a las plantas que le rodean y a diferentes técnicas que se han ido desarrollando durante miles de años. Técnicas que suponen una gran riqueza cultural y científica que está siendo forzada a desaparecer a la vez que pirateada por las transnacionales y sus patentes. La medicina china es una de sus más avanzadas expresiones.
Pero éstas son técnicas que se escapan al negocio monopolista y nos acercan a la autogestión, a la capacidad de cuidar y conocer nuestra propia salud de manera descentralizada. Si una hierba que crece en las laderas de mi pueblo puede curarme, ¿para qué voy a ir a la farmacia a comprar pilulas de colores que no sé ni qué tienen y cuestan un dineral aunque los pague vía seguridad social?
La medicina actual tiene todos los ingredientes de las religiones mas dogmáticas: Es oscura, gobernada por intereses que poco tienen que ver con lo que predica, es un mecanismo de control social, niega y persigue a los disidentes, no acepta discusión y es incomprensible para sus fieles; si funciona es buena y, si no, voluntad divina.
Pues bien, el periodista Joseba Vivanco (GARA 2010-1-17), un gran predicador de los matasanos, deduce en estas mismas páginas que lo peor de la Gripe A es que la «medicina científica y racional (sic), la que de verdad cura (sic)» queda en descrédito ante las «seudomedicinas como la fitoterapia, la hipnosis o la acupuntura entre otras, que, ver para creer, la propia UE acaba de financiar con 1,5 millones de Euros». O sea, Vivanco escribe un artículo sobre un fraude multimillonario a escala mundial que acarreará consecuencias en la salud de miles de personas vacunadas inútilmente para, en un giro de 180 grados, defender a los causantes y atacar a los disidentes del sistema sanitario, insultarles y negarles inquisitorialmente el derecho a utilizar la calderilla de los fondos públicos.
Yo en lo personal estoy harto de mantener a la Seguridad Social para tener que pagarme de mi bolsillo, como si fueran un lujo, tratamientos alternativos mucho más baratos y eficaces que lo que me ofrece ese atajo de ladrones.
Y desde aquí le propongo a Joseba Vivanco que me demuestre que existe la medicina racional, que es la que cura y que lo demás no sirve, como afirma gratuitamente con el único soporte de su fe en el dogma.