Washington defiende su trabajo en Haití frente a todas las críticas recibidas
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, se declaró «profundamente afectada» por los numerosos «ataques hechos a nuestro país y a la generosidad de nuestro pueblo», en alusión a las críticas recibidas por la ineficiente gestión estadounidense de la ayuda en Haití.GARA |
La secretaria de Estado de Washington, Hillary Clinton, salió ayer al paso de todas las críticas y dijo sentirse «profundamente disgustada» por las reacciones que ha suscitado el dispositivo desplegado por la Casa Blanca.
«Estoy profundamente afectada por los ataques a nuestro país, a la generosidad de nuestro pueblo y a la intención de nuestro Presidente a la hora tratar de responder a un desastre histórico después del terremoto», dijo Clinton ante el personal del Departamento de Estado. No precisó a qué se refería, pero afirmó que «parte de la prensa internacional no ha entendido bien o deliberadamente ha malinterpretado» la intención de EEUU.
«No tengo la menor objeción a que alguien formule una crítica legítima contra nuestro país», dijo. «Creo que podemos aprender de eso y somos necios si hundimos la cabeza en la arena y fingimos que no podemos», agregó.
Presidentes como el venezolano Hugo Chávez, el boliviano Evo Morales o el nicaragüense Daniel Ortega también habían mostrado su desacuerdo con la gestión estadounidense.
Una de las últimas reacciones llegó a finales de la semana pasda desde Italia, donde el jefe de Protección Civil, Guido Bertolaso, dijo que el operativo de ayuda es un fracaso «patético» y que la respuesta militarizada de EEUU a la emergencia está fuera de la realidad y es ineficaz.
A trabajar
En su opinión, lo que se necesita es un solo coordinador civil que se haga cargo de la situación, así como que los países y las ONG dejen de ondear sus banderas y de posar ante las cámaras, y se pongan a trabajar.
Bertolaso, aplaudido por su trabajo tras el seísmo de la región italiana de Abruzzo el pasado año, criticó que la de EEUU «es una presencia enorme, pero desafortunadamente, no ha sido empleada de la mejor forma», ya que hace falta «una fuerza de coordinación que vaya más allá de la disciplina militar».
El director del Centro para los Derechos Constitucionales y experto en la defensa de los derechos humanos en torno a Haití, Bill Quigley, también afirmó que «la militarización entorpece la asistencia». «Los objetivos de la asistencia humanitaria son radicalmente diferentes a los objetivos de los militares. La comunidad internacional tiene que otorgar las herramientas que los haitianos necesitan para ayudarse a sí mismos», explicó, asegurando que los damnificados «no necesitan asistencia militar; necesitan alimento, agua, atención médica y ayuda».
La Organización Internacional de la Migración afirmó haber repartido 30.000 tiendas de campaña y el Gobierno dijo que son necesarias otras 200.000 para todos los damnificados.
Diferentes organizaciones de la República Dominicana calificaron de alarmante el tráfico de niños haitianos hasta Santiago y otras urbes vecinas, tras el terremoto.