El preso político vasco Juan Pablo Diéguez fue intervenido el lunes debido al cáncer que padece. La operación se desarrolló en el hospital de Basurto, a donde se desplazaron ayer al mediodía vecinos del barrio de Santutxu para mostrarle solidaridad y exigir su inmediata puesta en libertad.

Diéguez, encarcelado dentro del macrosumario 18/98 y que tiene 67 años de edad, sufre entre otras enfermedades, apnea del sueño, lo que le obliga a dormir conectado a una maquina que le proporciona aire y que como efecto secundario le suele provocar bronquitis y catarros. Tampoco tiene meniscos, sustituidos por dos prótesis que le causan dolor por el que tiene que ser medicado y sufre problemas cervicales y lumbares.

A este pronóstico médico hay que sumarle el cáncer de próstata que le diagnosticaron hace algún tiempo y por el que ha sido tratado esta semana.

Los santutxuarras que se concentraron ayer ante el hospital -alguno tuvo la oportunidad de saludar desde la ventana a Diéguez- informaron a GARA de que el preso ha sido objeto de «chantaje».

Dieron cuenta de que, valiéndose de su enfermedad, Diéguez recibió una visita de un «responsable de la Seguridad del Estado» en la cárcel de Basauri, donde le prometieron que si escribía una especie de «carta de arrepentimiento» su situación podría mejorar, dando a entender que podría ser excarcelado.

Según las mismas fuentes, el preso santutxuarra respondió que en ningún caso iba a negar su condición de independentista vasco, por lo que días después le llegó un papel de Instituciones Penitenciarias con nuevo destino de cumplimiento, esta vez en la cárcel de Soria.