Diputados franceses proponen prohibir el velo islámico integral
Una comisión parlamentaria ha propuesto que la Asamblea Nacional francesa se pronuncie solemnemente en contra de la utilización del velo islámico integral en las escuelas públicas, hospitales, medios de transporte y oficinas gubernamentales, alegando que el uso de esta prenda supone una afrenta a los valores de República. El esperado informe señala que «toda Francia dice no al velo integral», aunque haya diferencias sobre cómo regularlo.GARA |
La misión parlamentaria encargada de estudiar la regulación del uso del velo islámico integral (burka o niqab) en el Estado francés abogó ayer por su prohibición en los servicios públicos galos. Propuso que la Asamblea Nacional adopte, primero, una resolución de condena hacia una prenda que consideran «contraria» a los valores laicos y de igualdad de la República y, posteriormente, una ley más estricta para impedir que las mujeres la lleven.
El pasado junio, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó que el burka «no es bienvenido en Francia» y es «un símbolo de la sumisión de las mujeres» que no está de acuerdo con los valores centrales de igualdad que defiende la República.
Las encuestas indican que la mayor parte de los votantes galos apoya una prohibición del burka y del niqab -un tipo de velo islámico que cubre totalmente el cuerpo, dejando entrever los ojos y parte de la nariz a través de una rejilla el primero y sólo los ojos el segundo-, prendas utilizadas en Afganistán y en el subcontinente indio.
En el Estado francés, este tipo de velo islámico es utilizado por la comunidad musulmana, aunque en la práctica, sólo una minoría de los estimados cinco millones de musulmanes ins- talados en territorio galo opta por llevarlo.
Al presentar ayer sus conclusiones tras seis meses de audiencias, la comisión también sugirió que se impida a las mujeres conseguir visados o la ciudadanía francesa si insisten en cubrir su rostro, y propuso modificar la legislación que regula la estancia de extranjeros y el asilo con el fin de «negarse a expedir un permiso de residencia a personas que demuestren una práctica radical de la religión».
Sin embargo, no pudo acordar si optar por una prohibición absoluta del burka y el niqab, también en la calle, o restringir esa opción sólo a los edificios públicos, porque algunos de sus miembros estiman que la prohibición total es inconstitucional.
«El velo completo representa de forma extraordinaria todo lo que Francia rechaza de forma espontánea», dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer. «Es un símbolo de la subyugación de la mujer y la bandera del fundamentalismo integrista», agregó.
Los defensores de la prohibición dicen que los funcionarios necesitan una ley que les permita rechazar a las mujeres plenamente cubiertas que no pueden ser identificadas cuando acudan a servicios municipales como la atención médica, el apoyo infantil o el transporte público. Una ley que, según el informe, prohíba «cualquier tipo de ropa que oculte el rostro por completo (...) sobre la base del concepto de orden público».
La comisión propone, además, programas educativos que reduzcan el fundamentalismo y promuevan los valores republicanos franceses, así como la creación de una «escuela nacional de estudios islámicos» y ayudas directas para la construcción mezquitas y centros culturales islámicos, entre otras.
El velo con el que musulmanas de todo el mundo cubren su cabeza, total o parcialmente, presenta distintas modalidades y se encuentra en numerosas tradiciones, más allá del Islam. Su uso está documentado desde la Antigüedad, por ejemplo entre los judíos en la Biblia y los árabes antes del advenimiento del Islam.
El hiyab está formado por la raíz árabe hajaba, que significa esconder, ocultar a la vista, marcando la distancia. El pañuelo esconde el cabello, las orejas y el cuello, dejando a la vista sólo el óvalo del rostro, y su empleo se ha generalizado en el mundo musulmán, en sustitución de vestimentas tradicionales como el haik en el norte de África.
El velo se denomina también litham o khimar, término genérico que designa todo lo que cubre la cabeza: mantilla, chal o echarpe.
El burka es, en su origen, la vestimenta tradicional de las tribus pastunes en Afganistán. Este largo velo, azul o marrón, cubre totalmente la cabeza y el cuerpo y tiene una rejilla para disimular los ojos. Se ha transformado en símbolo del régimen talibán afgano, que convirtió en obligatorio su uso, aunque que no ha desaparecido tras su caída.
En los países árabes, el niqab, velo integral que se complementa con una tela que no deja más que una rendija abierta a la altura de los ojos, se extendió bajo la influencia del Islam wahabí, especialmente en las zonas urbanas. Algunas mujeres añaden a esta vestimenta gafas de sol y guantes o una máscara.
El chador, en Irán, es un vestido tradicional utilizado por la mujeres, hoy en día por las practicantes. Es un gran pedazo de tela que cubre la cabeza revelando sólo el rostro ovalado y que se mantiene cerrado y sujeto con las manos o con los dientes. El chador no es obligatorio en Irán, pero sí llevar un pañuelo sobre la cabeza. GARA