El boom de la burbuja sanitaria
Gorka ANDRAKA
Periodista
La mancha que faltaba. En este puerco mundo ni los jabones se salvan. La Comisión Nacional de Competencia ha impuesto una multa de 8,2 millones de euros a las multinacionales Sara Lee, Puig y Colgate Palmolive por «instrumentar y mantener» un cartel de fabricantes de gel. A Henkel, otra gigante del sector, le han perdonado 4,2 millones por denunciar una trama en la que también participaba. A finales de 2005, tras varias reuniones, los máximos directivos de estas empresas acordaron reducir el tamaño de los envases... manteniendo su precio. Con este sencillo truco incrementaron de modo encubierto sus precios más de un 15%.
Cuanto más sucios, más obsesionados con la limpieza. Pero, paradójicamente, hoy que disponemos de la mayor oferta de productos lustracuerpos de la historia, más costoso resulta encontrar el jabón adecuado. «Ya he probado / con todos los detergentes / pero ninguno saca / las miradas más difíciles / el invierno incrustado / las palmadas en la espalda», explica la poeta Carmen Camacho. Por no hablar de cómo mantener la conciencia limpia, nuestro auténtico agujero negro. «Cambio remordimiento de conciencia por bocaditos en la oreja», propone Camacho, revolucionaria.
¡Prohibido frotar! ¡Huelga de jabones! ¡Abajo las burbujas¡ Contra la mugre y la miseria, el mejor remedio, un tonificante baño de lenguas. La receta tradicional, la alternativa más natural. Atrévete, saca la lengua, a flor de piel, y colecciona, regala, lametones. Sanos, limpios, bioagradables.