55ª edición del Cross Internacional San Sebastián 2016
Kigen y Kalovics ganan en carreras paralelas en un hipódromo de barro
El keniata y la húngara justifican el papel de favoritos y cumplen los pronósticos pese al lodo que complicó el escenario para correr.
Miren SÁENZ
Mike Kigen y Aniko Kalovic se adjudicaron las principales pruebas del Cross Internacional de Donostia, rebautizado para la 55ª edición con el San Sebastián'2016, en un hipódromo embarrado hasta la médula. Las intensas lluvias del fin de semana bajaron el pistón para la jornada atlética pero sus consecuencias convirtieron el circuito de hierba en una espesa pista de lodo que se fue complicando tras el trasiego primero de los chavales y luego de los grandes.
En estas circunstancias se imponía ser práctico y así lo entendieron tanto Kigen como Kalovics, anunciando sus respectivas victorias incuestionables lo suficientemente pronto como para restar cualquier emoción ante el previsible resultado final. Se impone reconocer la exhibición del keniata en el barrizal, solo durante siete de los diez kilómetros de recorrido y aventajando ampliamente a los otros africanos en el podio.
Kigen encabezó a una nutrida participación masculina, consecuencia de reunir en la misma línea de salida, aunque con distinto metraje, a veteranos, seniors y promesas y a los atletas de élite con los federados del herrialde, puesto que después de 25 años volvía a coincidir con el Campeonato de Gipuzkoa.
Nada mas escucharse el pistoletazo de salida, la pareja de eritreos integrada por Tsegay y Mesel reaccionó a la velocidad del rayo, pero Kigen y el marroquí Boujattoui estuvieron atentos y los cuatro pusieron tierra de por medio casi desde la salida. Para el kilómetro 3 sólo Tsegay rondaba a Kigen, para el cuarto mandaba en solitario convirtiéndose así, tras cruzar la meta casi un minuto antes que su adversario eritreo, en el octavo keniata que gana en La Catedral. El campeón de Kenia en 2006, el año que logró ser quinto en el Mundial de campo a través, empieza a olvidar a los 24 la larga lesión que le obligó a volver a labrar la tierra. Ha dejado a dos compatriotas cuidando su huerta mientras el piensa en los trials que le permitan obtener el billete a Polonia.
Junto a ellos en el podio, Eñaut Insausti como primer vasco. «Si hubiera venido Iván Fernández -ausente por un compromiso con su club-, hubiera ganado», reconoció el ordiziarra que con 20 años se proclamó campeón absoluto de Gipuzkoa por primera vez tras reinar en categorías inferiores.
Aniko Kalovics defendió con éxito su txapela del pasado año ante una treintena de atletas para obtener un doblete del que gozan atletas de la talla de la etíope Derartu Tulu o su compatriota Luchia Yisak, a un triunfo de los tres de Rosa Mota y a dos de los cuatro de Carmen Valero.
La primera húngara que ganó en el hipódromo le ha cogido el gusto y ayer encabezó un podio íntegramente europeo, secundada por Tatiana Holovchenko y Rosa Morató, la ucraniana que estuvo valiente pero menos que la mejor fondista magiar, y la catalana, plata y bronce en el Europeo, que le ha cogido la medida al cross y volvió a repetir eso de que en la próxima edición aspira al oro.
Kalovics, plusmarquista de su país en 5.000, 10.000 y maratón, se mostró tan combativa como acostumbra al contrario que Marta Domínguez, la campeona mundial en 3.000 obstáculos que quedó décima. La española, vencedora aquí en 2006 en una de las ediciones más flojas, ha regresado posteriormente en otras ocasiones pero ayer protagonizó su actuación más decepcionante mientras corría primero por la cuerda y luego por el exterior buscando el terreno más duro. La palentina, la atleta con mejor palmarés de las participantes, se reserva para el Europeo de Barcelona. Mientras llega el verano, hace caja. El presidente de la FAG admite que «ya sabíamos que no venía en forma, ha hecho un esfuerzo económico por venir -que no se decidió a desvelar- y hay que agradecérselo». Carlos Bengoetxea hizo una lectura positiva: «Pese a la meteorología la gente ha respondido».M. S.
