«Lo de Euskalmet es lamentable, de vergüenza, colocan alerta después de tener contados los litros. Siempre igual, se enganchan cuando es evidente. ¿Qué labor predictiva-preventiva realizan?», se preguntaba ayer un vecino de Larrañazubi, en Getxo, después de pasar la noche en vela ante el peligro evidente de que el río Gobela pudiera desbordarse como lo hizo, por ejemplo, el 27 de enero de 2009. Los afectados rememoraron que el 1 de junio de 2008, cuando hubo las inundaciones más importantes de la última década, tampoco Euskalmet les avisó.

La agencia dependiente de Lakua no alertó con antelación a la población, a pesar de que en dos días se habían contabilizado más de 100 litros por metro cuadrado en Urkiola y el sábado más de 60 en 24 horas en otros puntos, con 75,4 en Igorre, 70,4 en Balmaseda, 69,7 en Altzola y 60,6 en Zornotza. Los cauces de los ríos estaban a rebosar y se esperaban mareas vivas en la madrugada de ayer, tal y como sí advirtieron desde la asociación vasca de meteorología Amillena, que definió el sábado los avisos de lluvia de Euskalmet de «esperpénticos» y «confusos».

Su presidente, Joseba Areitio, informó ese día de que «las precipitaciones no son especialmente cuantiosas, pero ya son dos jornadas de mucha agua que ha caído de forma generalizada y queda todavía el domingo. Nos salva que está nevando en zonas altas donde se puede acumular un metro de nieve».

Sus predicciones se fueron cumpliendo pues, a las 21.00 del sábado, la web de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico informó de que la cuenca del Kadagua estaba en prealerta con 3,05 metros de lámina de agua, a menos de un metro para llegar a estado de emergencia (4 metros). A la 1.00, en Alonsotegi, el río encartado llegó a 3,81 metros, a 19 centímetros del nivel rojo; en una hora había subido 20 centímetros.

Las consecuencias se pudieron ver ayer a la mañana con lonjas y garajes en Alonsotegi y Zalla inundados mientras sus vecinos no ocultaban su hartazgo. En Gueñes y Aranguren se anegaron caminos mientras el Ibaizabal se desbordaba en Galdakao y Etxebarri, el Butroi entre Gatika y Maruri, con corte de la carretera BI-4104 incluido, y el Nerbioi en Arakaldo.

En Getxo, a las 00.47, en el foro de Meteored se comentó: «Hemos andado muy justitos con el Gobela, los casi 50 litros de media en la cuenca, más los 20 de ayer han llevado el caudal al límite. De haber continuado lloviendo hubiéramos tenido, por lo menos, otro 27 de enero de 2009, con viviendas inundadas en Larrañazubi».

Sobre las 9.30 de ayer, la Policia Municipal, por mandato de Proteccion Civil, ordenó la evacuacion de garajes en toda la zona ribereña al Gobela; con el agua en Las Uves a 10 centímetros de la carretera y 46 litros por metro cuadrado caídos en Urduliz. Al disminuir las lluvias, el nivel del agua bajó.

La pleamar fue la causante de que, de madrugada, el Ibaizabal se saliera de su cauce en la Ribera de Deustua y en Elorrieta, creando balsas de agua que obligaron al corte temporal de carreteras. Las lluvias también fueron el origen de desprendimientos de tierras en Betolaza y Camino Armotxa. Los bomberos de la capital vizcaina tuvieron que emplearse a fondo para achicar agua en diversos puntos de la villa, como los establecimientos de la calle Sendeja, a escasos metros del la casa consistorial, que sufren las conse- cuencias de una mala construcción de un párking.

Las fuertes precipitaciones causaron desprendimientos de tierras y caída de árboles en Gipuzkoa en las carreteras GI-3730, en Errezil, la GI-3452, en Irun, y la A-2620, entre Arrasate y Aramaio, o en la BI-633, en Bizkaia, entre Berriatua y Ondarroa. Otro desplome de tierras y la caída de un árbol cortó la carretera N-634, en Usurbil.

Joven de Burlata cae al Arga

Un retén policial ha continuado a lo largo de la noche las labores de búsqueda de un vecino de Burlata -R.A.G., de 26 años-, que sobre las 4.45 de ayer cayó al río Arga cuando estaba con unos amigos junto a las pasarelas del Club Natación Pamplona, que en invierno están cerradas al paso y es necesario traspasar tres vallas. Durante doce horas fue buscado infructuosamente, contando con la colaboración de un helicóptero que recorrió los tramos del paseo fluvial desde el lugar en el que cayó hasta el polígono de Landaben.

Por tierra se rastrearon las dos orillas del río, principalmente desde el Club Natación hasta el puente de San Pedro y, en el turno de tarde, hasta el puente de Miluze. Los buceadores recorrieron el cauce poniendo especial atención en las presas, como la del Molino de Caparroso, las pasarelas del Arga y los puentes.

La Agencia Navarra de Emergencias solicitó la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Ebro para que reduzca el caudal de desembalse del pantano de Eugi y haya una menor cantidad de paso de agua por la capital. Este descenso del caudal se percibió de forma notable y los participantes en la búsqueda pudieron realizar su trabajo en mejores condiciones.

El caudal del Arga, al igual que el de otros ríos navarros, es importante, tras contabilizarse el sábado, por ejemplo, 76 litros por metro cuadrado en Abaurregaina, 53 en Azpirotz, 49,1 en Goñi, 48,7 en Larraun, 48,3 en Irurita, 47,5 en Betelu, 46,4 en Doneztebe, 45,6 en Goizueta, 45,3 en Aurizberri, 42,4 en Irurtzun y 37,3 en Urbasa.