40ª EDICIÓN DEL FORO ECONÓMICO MUNDIAL
Davos cierra sin acuerdos pese a que la banca vuelve a las andadas
El Foro Económico Mundial se clausuró ayer con el convencimiento generalizado de que la recuperación económica será frágil, pero sin medidas para atajar el gran problema, el desempleo, ni acuerdos para prevenir otra crisis financiera.
GARA | DAVOS
La cuadragésima edición del Foro de Davos cerró sus puertas ayer sin consenso sobre la deseada reforma del sistema financiero que muchos gobiernos desean aplicar para evitar una nueva crisis mundial, y con advertencias de que los bancos están volviendo a las prácticas que la provocaron.
Con el mundo aún sumido en una profunda crisis financiera global, planeó la idea de que no se deben echar las campanas al vuelo ante los indicios de recuperación económica.
Varias ideas recurrentes se escucharon a lo largo de las sesiones y dejaron frases para la reflexión.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, afirmó que se debe «mejorar notablemente la regulación» del sistema financiero y hacerlo «más resistente que antes» con normas globales.
Larry Summers, el principal asesor de política económica del presidente de EEUU, Barack Obama, señaló que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense en el cuarto trimestre de 2009, del 5,7%, no es suficiente «para descorchar la botella de champán».
Summers, que habló de «recesión humana», recordó que «uno de cada cinco hombres en una edad entre 25 y 54 años no trabaja en estos momentos, lo que contrasta con el empleo del 95% de los años sesenta».
Por su parte, el director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Jaime Caruana, advirtió de que los mercados vuelven a tomar riesgos a corto plazo que no contribuyen a la estabilidad, e hizo hincapié en que los bancos deben sanear sus balances y en que no se puede volver al crecimiento basado en el endeudamiento.
El proyecto de reforma bancaria del presidente de EEUU, Barack Obama, fue uno de los temas estrella del foro y provocó un llamamiento casi unánime a favor de que la nueva regulación sea coordinada a nivel mundial.
«Debemos actuar con reglas mundiales para tratar los problemas mundiales, esto es absolutamente esencial. En caso contrario, avanzamos hacia la catástrofe», opinó el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, resumiendo la sensación de los responsables reunidos en Davos.
En el mismo sentido se pronunció el director general de Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien manifestó que «se hicieron muchas propuestas muy espectaculares y me congratulo de ver que la voluntad política sigue presente».
«Pero temo que olvidemos una lección esencial de la crisis, que es la coordinación. Tengo miedo de que no vayamos en esa dirección», apostilló.
La economía del Estado español también ha acaparado parte del debate en torno al crecimiento, después de que una autoridad en Economía, como el estadounidense Nouriel Roubini, la calificara de amenaza para la zona del euro, mayor incluso que el caso griego.
Mientras la élite política y empresarial se reunía en Davos, Brasil se convirtió en uno de los puntos de encuentro de denuncia ante el capitalismo «incontrolado». Allí durante cinco días se celebró el Foro Social, como respuesta al Foro Económico Mundial. Los participantes resaltaron que la crisis económica muestra que los gigantes empresariales que asisten a ese encuentro no deben tener en sus manos las medidas para reformar la economía global. A su juicio, los estados más poderosos del mundo siguen sujetos a demasiada influencia de las grandes empresas.
Unas 30.000 personas participaron en diversas iniciativas contra el capitalismo desbordado, al que señalaron como responsable de la codicia empresarial que arrasa con los recursos naturales y destruye el medio ambiente, mientras mantiene prácticamente en la esclavitud a los pobres en los países en desarrollo. El Foro Social «proyecta otra visión del mundo, no el consenso de Washington o de Davos, según el cual, el libre mercado es la solución», dijo Leonardo Dahmer, del Partido de los Trabajadores, gobernante en Brasil.GARA
