La OCDE aplaude a Zapatero por retrasar la jubilación pero le pide más «esfuerzos»
La OCDE echó ayer una mano al Gobierno de Rodríguez Zapatero, fuertemente criticado desde que el viernes anunciara su intención de retrasar la edad legal de jubilación. Ante las críticas casi unánimes recibidas dentro del Estado, el conocido como «Club de los países ricos» se congratula por las medidas propuestas por el Ejecutivo español. Aunque también le pide «esfuerzos complementarios», al igual que el FMI, que apuesta por una reducción de los salarios.
GARA
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) saludó ayer las medidas anunciadas por el Gobierno español dirigidas a reformar el sistema público de pensiones, entre las que se incluyen la propuesta de elevar de 65 a 67 años la edad oficial de jubilación, así como aumentar el número de años necesario para calcular la pensión. «La OCDE considera muy positivas dichas medidas que permitirán a España seguir la misma línea que otros países que han reformado su sistema de pensiones», indicó a través de un comunicado de prensa el conocido como «Club de los países ricos» que, sin embargo, apostilló que se necesitan otros «esfuerzos complementarios» en la misma dirección.
La OCDE sostiene en su escrito que para «atajar el problema de sostenibilidad del sistema de reparto» de las pensiones, el Estado español debe recurrir a medidas como «vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida y aumentar la edad efectiva de jubilación». Esta última debería concretarse, por ejemplo, incrementando el número mínimo de años necesarios para obtener una pensión completa, y sugiere pasar de los 35 años actuales a los 40.
La institución que dirige el mexicano Ángel Gurría considera también que estas reformas «deberían complementarse con una política clara dirigida a que las contribuciones a las pensiones complementarias privadas se incrementen y éstas sean así un componente más para financiar la jubilación, diversificando las fuentes para financiarla».
En esa misma línea, la OCDE apuesta por «introducir regulaciones en los planes privados encaminadas a aumentar los ahorros destinados a financiar la jubilación, y proteger mejor las pensiones privadas de la volatilidad de los mercados financieros». En este sentido, reprocha a las autoridades españolas que su sistema de pensiones privadas es uno de los menos desarrollados de los estados miembros de esta institución, y que no representa más que un 7% del Producto Interior Bruto.
Lamenta, en su apuesta por el sistema privado de pensiones, que si bien el 54% de los trabajadores del Estado español cuenta con un plan privado, un porcentaje alto en comparación con otros estados, su aportación es a su juicio reducida, ya que el 66% contribuye con menos de 300 euros anuales.
El FMI pide bajar los salarios
Y mientras la OCDE felicita al Gobierno del PSOE por querer retrasar la edad de jubilación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que el Estado español, junto a Portugal y Grecia, deberán bajar los salarios. En una entrevista publicada ayer por el diario económico francés «Les Echos», el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, sostiene que «el restablecimiento de su competitividad [la de estos tres estados] puede necesitar grandes sacrificios, como una bajada de los salarios». «Ahora con la crisis, Portugal, España y Grecia tienen serias dificultades que implican ajustes muy penosos. Sobre todo cuando el entorno inflacionistas es muy bajo», afirma.
El economista galo también señala que al formar parte de la zona euro esos estados no pueden recurrir a un ajuste de los tipos de cambio, y eso ilustraría que la unión monetaria «tiene un coste en el momento de choques asimétricos».
La OCDE deja clara su apuesta por impulsar un sistema privado de pensiones, y reprocha al Gabinete de Rodríguez Zapatero que en el Estado español este sistema sea uno de los menos desarrollados de la institución.
Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, sostiene que el Estado español debe hacer «grandes sacrificios» para «restablecer su competitividad», entre los que se encontraría una bajada de salarios.
Giorgos Papandreu, primer ministro de Grecia, aseguró ayer que su gobierno aplicará «al pie de la letra» su plan de ajuste fiscal, después de que la Unión Europea hubiera puesto en duda su cumplimiento. Papandreu envió este mensaje a Bruselas la víspera de que la Comisión Europea (CE) de su visto bueno al plan de ajuste. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, propondrá hoy reforzar el control del cumplimiento ante los «riesgos» de que no sea llevado a la práctica. En este sentido, la CE ha aunciado que someterá el plan de austeridad griego a un seguimiento sin precedentes con revisiones periódicas cada tres meses. Asimismo, el Ejecutivo comunitario dará un paso más en el expediente sancionador a Grecia por tener un déficit excesivo, que podría acabar en multa si las autoridades griegas no maniobran en la dirección exigida por la UE.
El primer ministro heleno, que en los últimos meses ha tenido que hacer frente a la presión, no sólo de la UE, sino también de otras instituciones internacionales como el Banco Mundial y el FMI, declaró ayer que Grecia se encuentra «en el epicentro de ataques especulativos sin precedentes» que están «asfixiando» su economía. A pesar de ello, Papandreu prometió que su país superará la crisis, aunque necesitará entrar en una fase de crecimiento económico para que las reformas fiscales sean posibles.
La situación de Grecia es en estos momentos la más extrema de los estados de la eurozona, pero varios expertos han advertido de que la situación del Estado español puede ser aún más peligrosa. GARA
