Hacía tiempo que no veía un programa de televisión tan malo como el que acaba de estrenar ETB-2 la noche del lunes y cuyo título es tan malo como su contenido, «Uyyyy». Al frente está Oskar Terol, sus cartulinas y sus amigos que repiten constantemente, `'¿lo vemos?», que debe ser la clave para que en realización pinchen y veamos un vídeo. La verdad sea dicha, no he pasado vergüenza ajena, porque me parece que no deben tener nada o poco de esa sensación. Ni tienen sentido del ridículo para salir al aire con algo tan inmaduro, tan mal realizado, con guiones tan deficitarios y sabiendo que van a fracasar de antemano porque el asunto del que van a tratar es el fútbol. Pueden decir misa sus irresponsables, pero deporte, solamente uno, el fútbol.

Es malo de concepción, de estructura, de realización, de utilización del público en el plató. Suena a antiguo, como aquello que presentaba Manolo Escobar en Tele 5 hace unos años, pero bastante peor, porque aquí el conductor se cree que es el mejor, el maravilloso, el inventor del humor y del uso de los vídeos de goles, fallos, caídas o sobresaltos, y lo presenta con una impericia extraña. Para que se hagan una idea, es como el cocinero Santamaría de Rota, ese ser que no sabe de cocina, que se le caen los pucheros y que habla de manera delirante. La diferencia reside en que ese hombre, musa de «El Intermedio», sale en una tele local, sin medios, con una cámara fija y un cámara que contesta al móvil durante la grabación, y aquí estamos hablando de uno de los programas de la nueva etapa de ETB. Magnífica tarjeta de presentación. La que nos espera con los que acaban de aterrizar en ETB es gorda.

Probablemente sea el peor programa estrenado en el siglo XXI diría que en todo el espectro radioeléctrico occidental, un remedo, sin carácter, tratando a la audiencia de las diez de la noche como si fueran niños de parvulario. Está claro, no les da más de sí su capacidad de entender al telespectador, pero a uno le cuesta aceptar este tipo de estrenos con las prevenciones, filtros, decisiones que se deben tomar para estrenar un programa. O no. Si le gusta a Basagoiti, ya vale.