Cuando el argumento más destacado para descalificar a un oponente dialéctico es subrayar que éste ha llegado con retraso al debate, es que la cosa no se sostiene ni con la ayuda de unas pinzas. Ayer en «El Mundo» dedicaban una pieza editorial a la comparecencia del rector de la Universidad del País Vasco, Iñaki Goirizelaia, ante el Parlamento de Gasteiz en relación a la matriculación de ciudadanos y ciudadanas vascas en situación de prisión.

Goirizelaia defendió esta posición -al igual que ya lo hicieran los dos rectores anteriores- y al editorialista de «El Mundo» sólo se le ocurrió empezar el edito dejando claro que Iñaki Goirizelaia es «rector de la UPV y hermano de la abogada y dirigente de la ilegalizada Batasuna Jone Goirizelaia». ¡Menudo descubrimiento! También es un bailarín de prestigio, pero eso al amanuense de Pedro J. no le dice nada.

Según el editorialista, Goirizelaia «defendió con enorme convicción y escasos argumentos su compropmiso para conseguir que los presos de ETA vuelvan a matricularse en esta institución». A la mayoría de los representantes universitarios y también de la ciudadanía esos argumentos les parecen de una tremenda solidez. Que pregunte Ramírez.

Lo mejor es que le hurta la razón porque, asegura, «el rector puso en entredicho la seriedad de la UPV al comparecer con retraso ante el Parlamento, al negar la información que se le solicitó y al culminar su intervención mostrándose sorprendido por la propuesta socialista de trasladar sus frágiles reflexiones al resto de los rectores». El que llegó tarde al Parlamento fue Jaime Mayor Oreja. ¿Recuerdan en «El Mundo» la sonada y bochornosa escena de Carlos Iturgaiz apretando el botón de su jefe?

La total ausencia de argumentos parece nítida cuando contemplamos al editorialista insistir una vez más en la melonada: «Porque Iñaki Goirizelaia llegó tarde a una comparecencia prevista con mucha anterioridad en un gesto maleducado e inusual». Tengo una amiga ujier en el Parlamento y me asegura que el retraso es cualquier cosa menos inusual por esos lares.