ELA denunció ayer, a través de una nota de prensa, la situación que están viviendo los trabajadores y trabajadoras del Grupo Omega Elevator, cuyo máximo responsable es el actual presidente del Sindicato Empresarial Alavés (SEA), Juan José Azurmendi. Según explica este sindicato, desde hace más de un año Azurmendi ha estado llevando a cabo «despidos sistemáticos» en las diferentes empresas que conforman el Grupo Omega, «siempre evitando que el número de despidos sobrepase el mínimo establecido por ley para formalizar un expediente de regulación de empleo (ERE) de rescisión de contratos».

De esta forma, apunta ELA, el presidente de la patronal alavesa ha evitado la autorización administrativa necesaria para realizarlos así como «el impacto mediático que conllevaría».

La empresa Omega Elevator se disgregó hace varios años en varias empresas que conviven, sin embargo, en las mismas instalaciones. Esta «ingeniería empresarial», como la define el sindicato liderado por Adolfo Muñoz, habría sido utilizado por Azurmendi para ir haciendo despidos indivuduales en cada una de ellas sin tener que presentar despidos colectivos.

En esta línea, ELA denuncia que el viernes de la semana pasada fueron despedidos otros ocho trabajadores más, hasta el punto de que, a día de hoy, y en el espacio temporal de un año, el responsable patronal ha despedido a 51 trabajadores en el herrialde, a los que habría que sumar los de las delegaciones de su grupo empresarial en otros puntos como Burgos, Miranda y Donostia.

En total, se habría producido el despido del 50% de la plantilla del grupo.

ELA también censura en su comunicado de prensa que Azurmendi ha llevado a cabo todos estos movimientos «sin ningún tipo de información ni negociación con los trabajadores», así como que tampoco ha planteado medidas que puedan ser «menos traumáticas» para la plantilla que los despidos indiscriminados.

«Un ejemplo a seguir»

A juicio de este sindicato, «si el presidente del SEA tiene que ser un ejemplo a seguir por los empresarios alaveses, sus dictatoriales formas de funcionamiento están generando una situación insostenible dentro de la empresa».

En este sentido, se lamenta porque «parece que el triste ejemplo del presidente de la CEOE -Gerardo Díaz Ferrán, dueño de la quebrada Air Comet- está siendo caracterizado en Araba por Juan José Azurmedi».