El presidente de EEUU, Barack Obama, lanzó ayer un llamamiento a encontrar un «terreno común» en el debate político en su discurso en el Desayuno Nacional de Oración, en el que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue el invitado especial.

Obama pidió a los partidos en EEUU que se unan para encontrar un terreno común y mantener un «debate serio y educado» que permita sacar adelante medidas que sean beneficiosas para todos los ciudadanos.

«Ningún bando tiene el monopolio de la verdad», declaró Obama, quien indicó que cuando las partes insisten en tener razón cada una por su lado, «entonces perdemos de vista a los niños que pasan hambre, a los hombres sin trabajo, a las mujeres que carecen de cobertura sanitaria».

El presidente estadounidense retomaba así uno de los temas que han centrado sus mensajes públicos desde que su partido, el Demócrata, perdiera hace dos semanas las elecciones parciales en Massachussetts y con ellas la mayoría absoluta en el Senado.

Previamente, Zapatero, que leyó un pasaje del Deutoronomio, aseguró que la creación de empleo es la tarea más apremiante de quienes están en el poder y expresó su compromiso con la inmigración.

La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, condenó la represión en Irán, defendió a las mujeres «que se ven reprimidas debido a su sexo» y aplaudió los esfuerzos de su Gobierno a favor de los homosexuales.