París no frena su carrera para «reforzar la identidad nacional» francesa
Banderas tricolores en todas las escuelas, copias de la Declaración de Derechos Humanos en todas las aulas, reforzar la jornada en la que los jóvenes tienen que acudir al Ejército para recibir «valores ciudadanos» y la firma de una carta de derechos ante una autoridad para los inmigrantes que accedan a la nacionalidad francesa. Son algunas de las medidas que el Gobierno francés quiere poner en marcha, pese a las críticas, para reforzar la «identidad nacional».GARA |
El primer ministro francés, François Fillon, anunció ayer que impulsará «una primera serie de medidas» sobre la «identidad nacional», entre las que se encuentra la puesta en marcha de «una comisión de personalidades» encargada de «profundizar en el debate». Además, en cada aula se colocará una Declaración de los Derechos Humanos.
La decisión del Gobierno francés de seguir adelante con esta iniciativa impulsada por el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, se produce pese a las críticas de la oposición, que denuncia que con la puesta en marcha de este debate se ha abierto la puerta a la extensión de mensajes racistas e islamófobos, presentando «la identidad nacional» francesa como opuesta a los valores de los inmigrantes.
La «comisión de personalidades» anunciada por Fillon estará formada por «parlamentarios, intelectuales y, especialmente, historiadores» y dependerá del ministro de Inmigración, Eric Besson. Su labor será «continuar la puesta en marcha de las medidas decididas actualmente y proponer nuevas», según anunció Fillon ayer durante una comparecencia.
«La bandera tricolor deberá estar efectivamente colocada en cada escuela y la Declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano de 1789, que constituye nuestra referencia republicana, deberá estar presente en cada aula», explicó Fillon a la salida de un seminario gubernamental sobre esta cuestión.
También mencionó la instauración de un «carnet de joven ciudadano», el reforzamiento de la educación cívica en las escuelas, la modificación del día en el que los jóvenes deben acudir obligatoriamente para recibir formación al Ejército para que se convierta en «una verdadera cita ciudadana»y un reforzamiento del «contrato de acogida y de integración» para los extranjeros.
Con estas medidas, según el primer ministro, «queremos impulsar el orgullo de ser franceses y difundir el conocimiento de los valores de la República».
Asimismo, Fillon destacó que uno de los objetivos del Gobierno es «reforzar la integración de los extranjeros en la comunidad nacional».
«El acceso a la nacionalidad francesa por naturalización o adquisición tendrá un carácter más solemne mediante la práctica sistemática de ceremonias de acogida. Queremos que durante el transcurso de estas ceremonias se firme una carta de derechos y deberes ante una autoridad pública», explicó el primer ministro francés.
«Pondremos el acento en el respeto a los valores de la República y, en especial, en el principio de igualdad entre hombres y mujeres. El nivel de conocimiento de la lengua francesa se mejorará mediante sesiones de formación complementarias si se estima que es necesario», señaló Fillon.
Fillon, que compareció junto a Besson, también anunció que Sarkozy realizará una rueda de prensa sobre esta cuestión en abril y que, en una fecha sin determinar, se celebrará otro seminario gubernamental para evaluar el alcance de estas primeras medidas.
Voluntad de continuar
Ante la avalancha de críticas que el debate sobre la «identidad nacional» ha provocado, tanto en la derecha como en la izquierda, Fillon justificó la necesidad de esta iniciativa asegurando que tendrá continuidad «durante todo el quinquenio».
«Esta cuestión se ha eludido durante demasiado tiempo. Tenemos la intención de que la cuestión de la identidad nacional sea debatida durante largo tiempo de manera natural, de modo sereno, no partidario, porque no hay nada peor que el silencio, no hay nada peor ni más mortífero que aquello que no se comenta y los anatemas, que siempre hacen el juego a los extremistas», proclamó François Fillon.
«Es un proceso de reflexión y de acción que ponemos en marcha y que va tener continuidad en el tiempo», insistió el primer ministro francés, quien destacó el trabajo de Besson, que «ha animado el debate con mucho coraje y generosidad».
Fillon también se felicitó por «éxito popular» de esta iniciativa, «que ha sobrepasado las previsiones iniciales [58.000 aportaciones en la web y 350 reuniones públicas], lo que debería ser una señal de alerta para todos aquellos que han criticado incluso la idea de que Francia pudiera tener una identidad».
La oposición reclamó ayer que se interrumpa esta iniciativa ante el riesgo de estigmatización para los cerca de seis millones de musulmanes que viven en el Estado francés.
Según una encuesta, el 63% de los franceses no considera que el debate haya sido «constructivo» y el 53% piensa que se trata de «una iniciativa electoralista» ante los comicios regionales que se presentan difíciles para la derecha.