A pesar de que tuvieron que sufrir mucho, o quizá por ello, la victoria del domingo ante el Albacete ha recuperado animícamente a los jugadores del Real Unión, que parece haber aprendido la lección de partidos anteriores.

Pese a terminar el partido con dos jugadores menos, el equipo irundarra tiró de oficio y paró el juego todo lo que pudo para cerrar el partido, algo que se le había reclamado en la primera vuelta en varias ocasiones en las que se le escaparon los puntos.

«Los palos han venido bien para saber guardar el balón y evitar lo de otras jornadas anteriores», destacó ayer el central Pedro Alcalá.

Coger aire

La victoria permite coger aire al Real Unión, que ha comenzado la segunda vuelta con cuatro de seis puntos posibles, lo que le ha permitido recortar la diferencia con la salvación a sólo un partido, aunque en Irun siguen siendo muy cautos porque todavía quedan 19 jornadas y el equipo sigue en zona de descenso.

«No han sido unas semanas fáciles al estar ahí abajo, pero el equipo tiene muchas ganas y, al perder el Cádiz, lo vemos más cerca. Estamos otra vez metidos en la pelea y hay que seguir trabajando con humildad para intentar salir de esos puestos cuanto antes».

El objetivo ahora es seguir con la buena dinámica e intentar ganar en Cartagena para sumar el segundo triunfo a domicilio de la temporada.