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Sabino Cuadra Lasarte abogado

Miranda «dixit»: Navarra va bien

Con los datos socioeconómicos de 2009 en la mano, Sabino Cuadra recuerda las optimistas palabras pronunciadas hace un año por el consejero de Economía navarro, Álvaro Miranda, según el cual antes de terminar el año Nafarroa estaría saliendo de la crisis. Ante la devastadora realidad -devastadora para las clases más desfavorecidas-, el consejero ha callado. En cualquier caso, Cuadra no cree que el sueldo de Miranda no esté justificado, toda vez que «no lo gana por acertar nada ni por tomar medidas eficaces frente a la crisis», sino por cubrir las espaldas de aquellos para quienes trabaja: la patronal...

Hace un año, nuestro brillante consejero de Economía, Álvaro Miranda, poniendo esa cara que sólo él sabe poner, nos contó aquello tan gracioso de que en Nafarroa, a pesar de la crisis, todo iba bien y éramos la envidia de todo el mundo. Anunció que para finales de 2009 estaríamos saliendo ya de la misma y que, según sus cálculos, el PIB descendería en la Comunidad tan solo un 1,1%, presentando cifras positivas para el último trimestre. Afirmó, asimismo, que la tasa de paro a fin de año no pasaría del 10,5% y tendríamos también para entonces tasas positivas de creación de empleo. Y dicho lo dicho, como Dios tras la creación, descansó extenuado por el esfuerzo realizado.

En Nafarroa, durante 2009, el PIB ha descendido tres veces más de lo calculado por el insigne. Igualmente, el paro superó por primera vez en la historia la cifra de 40.000 parados y paradas, desbordando con mucho las previsiones de nuestro Nobel foral de Economía. Ante esto, muchos preguntan por qué ese señor está donde ésta y cobra lo que cobra, pero la pregunta está mal planteada. Su sueldo no lo gana por acertar nada ni por tomar medidas eficaces frente a la crisis, sino por cubrir las espaldas de aquellos para quienes trabaja: la patronal (CEN), la Volkswagen y toda la cacicada navarra, y ante todos éstos, hay que reconocerlo, se ha ganado su sueldo con creces.

A últimos del pasado enero, Miranda compareció ante los medios para soltarlas aún más gordas. «Navarra ha salido de la recesión», afirmó sin empacho alguno. En su cuento foral de la lechera nos dijo que a lo largo del año se habían creado 12.000 puestos de trabajo, pero calló sobre los 20.000 destruidos y el saldo negativo resultante. Cantó también las excelencias de las «medidas anticrisis» adoptadas por el Gobierno y, en el colmo de la desvergüenza, incluyó dentro de éstas la supresión del impuesto sobre el Patrimonio (70 millones de euros de regalo a las grandes fortunas navarras) y la rebaja en el de Sociedades (20 millones de euros de propina para las rentas del capital). O sea, anular los impuestos de los ricos y rebajar los de los capitalistas es luchar contra la crisis. Lo dicho: Miranda está para lo que está y sirve a quien sirve. Que nadie espere otra cosa.

Tan solo diez días después de haber afirmado lo anterior, se han dado las cifras del paro de enero. Otras 2.625 personas han engrosado sus filas en Nafarroa, siendo esta subida, en términos porcentuales, la segunda más alta de todas las comunidades autónomas. La tasa de paro alcanza ya el 14,15%. Miranda se ha escondido. Ni sabe, ni contesta. Su reino de Navarra no es de este mundo.

A nivel estatal pintan bastos. Solamente un mes después de aprobar los Presupuestos Generales del Estado, éstos han tenido que ser recortados: no hay dinero. Los créditos y deuda emitida para sanear la banca y echar un capote a empresas, constructoras y multinacionales de todo tipo hay que devolverlos, pero no hay con qué. Las cuentas no cuadran. Y a Zapatero, lejos de pensar en dar marcha atrás en sus regalos (impuesto de Patrimonio, rebaja en el impuesto de Sociedades...) y despropósitos (autovías, TAV...) para así obtener más ingresos y soportar menos gastos, no se le ocurre otra cosa que subir el IVA (el que paga, sobre todo, la gente de a pie) y recortar los gastos sociales.

Apesar de ello, desde todos los sitios le apuntan con el dedo. El FMI, el BCE (Banco Central Europeo), el reciente Foro de Davos y expertos de todo tipo, incluido el comisario español europeo, Joaquín Almunia, señalan a la economía española como una de las más débiles de Occidente. Nos comparan con Grecia, que es hoy una economía en bancarrota. El plan de austeridad recién aprobado en ese país (sueldos, jubilaciones, gasto social...) es de los que hacen rechinar los dientes. El siguiente en la lista es el Estado español. La situación derivada de décadas de pelotazo y despropósito urbanístico, la extrema gravedad de las cifras del paro y la debilidad comparativa de la economía española son no uno, sino tres talones de Aquiles que pueden hacer que ésta comience a dar peligrosos traspiés en un plazo breve. Y si esto ocurre, la propia UE puede verse afectada. «España es una amenaza para la eurozona», han dicho en Davos. Por eso quieren más. Algo a lo griego, vamos.

Mientras la Banca sigue forrándose obscenamente (Banco Santander, 8.943 millones de euros de beneficio en 2009; BBVA, 5.260 millones), Zapatero comienza a hacer los deberes que le han marcado desde arriba: reforma laboral, reforma de las pensiones, austeridad presupuestaria... No falta nada. Estamos en los preámbulos de la gran farsa. La patronal ya ha comenzado a aplaudir su nuevo talante y los sindicatos CCOO y UGT comienzan a afirmar contundentes cuarto y mitad de «sí, pero no» y otro tanto y doble de viceversa. Ante todo, las cosas claras, que hay que ser serios y rigurosos.

Pero volvamos de nuevo a nuestro querido Miranda. Tras los 2.625 nuevos parados y paradas de enero, calló y desapareció de escena. Tampoco ha dicho nunca nada acerca de los más de 12.000 hogares navarros carentes de ingreso salarial alguno. Al Gobierno de UPN le preocupa, sobre todo, seguir adelante con la cementada del Plan Navarra 2012, el TAV, las autovías, el Museo de Sanfermines, el circuito automovilístico de Los Arcos, el pabellón Arena, los pelotazos de Gendulain y Etxabakoitz... y, en otro orden de cosas, los txupinazos de Atarrabia y Berriozar y el uso del término Euskal Herria, auténticas cargas de profundidad éstas contra la identidad idéntica de Nafarroa.

En la Navarra foral y española, cuando estornuda Madrid, Pamplona se resfría. El Plan de austeridad del gobierno de Zapatero contempla recortar en 10.000 millones de euros los presupuestos de las comunidades autónomas. Por eso, también, Miranda guarda silencio. Está ocupado rehaciendo las cuentas y buscando palabras para contarnos de nuevo, rodeado de paro, que Nafarroa va bien. CCOO y UGT, al igual que el pasado año, firmarán un nuevo acuerdo anti-crisis en defensa del empleo y el trabajo estable, que para eso están (seis millones de euros de subvención anual para cada uno obliga) y la CEN se frotará las manos. Nada nuevo bajo el sol: se quitará a los de abajo para dar a los de arriba. A no ser que decidamos plantarnos y hagamos que sea al revés. La única batalla que siempre se pierde es la que no se da.

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