Crónica | Ataque al modelo festivo
Azkuna importa un carnaval de cabaret e ignora a las comparsas
La decisión política del equipo de gobierno PNV-EB, con el respaldo de PSE y PP, de ignorar a las impulsoras del actual modelo festivo de Bilbo, las comparsas, está llevando la organización de los carnavales al esperpento. Ayer, el Consistorio realizó una presentación cabaretera de su oferta en un local privado y trató de ocultar el protagonismo que le corresponde desde 1979 a Bilboko Konpartsak.
Agustín GOIKOETXEA
La cita era en la sala Cotton Club, en un lugar alejado históricamente del epicentro del carnaval bilbaino (Gran Vía-Arenal-Casco Viejo), pero en con- sonancia con el prolongado guiño a los comerciantes del centro de la villa. Allí, un espectáculo cabaretero, con una vedette mostrando muslos, plumas y entonando un inglés macarrónico propio de Operación Triunfo, sirvió para presentar la oferta municipal para unas Carnestolendas reducidas, en las que se ensalzarán los musicales de Broadway con los toques chimberos en una carroza que representará a la revista musical ``Bilbao, Bilbao',' con La Otxoa incluida.
El desfile del sábado 13 de febrero -Karrikaldia- contará con un cortejo de cinco carrozas y cuatro plataformas de baile, en las que se recreará El Mundo de los Musicales con ``Bilbao, Bilbao'', ``El Fantasma de la Ópera'', ``Moulin Rouge'', Mary Poppins'', ``El Libro de la Selva'', ``Cats'', ``Flashdance'', ``Grease'' y ``Dancing Queen''. A bilbainos o forasteros se les asigna el papel de espectadores, no de participantes.
Precisamente, caracterizados de personajes de estos espectáculos aparecieron los miembros de la Comisión Mixta de Fiestas. Con los comparseros no se había contado para nada, salvo para que ayer se vistieran de gato -que no quiso el edil del PP Carlos García- y del oso Balu, el entrañable amigo de Mowgli; a los políticos les «tocaron» disfraces en los que se les reconocía y no daba pie a mofa y escarnio.
Las únicas referencias a las comparsas fueron citarles entre los «agentes festivos privados» con hosteleros y comerciantes, olvidando que su desfile por el «exilio» de Hurtado Amezaga es más exitoso que los montajes importados a golpe de talonario que un día están en la Gran Vía bilbaina y otro, por poner un ejemplo, en las fiestas de Ciudad Real. Tan esperpéntica es la decisión política del equipo de Iñaki Azkuna que se incluyen algunos actos del programa comparsero -trapuzaharra y pucheras- pero se obvian otros; las comparsas existen para el marketing ante las cámaras de televisión, poco más.
Tras la presentación en el Cotton Club, fuentes comparseras definieron el trabajo conjunto con el Ayuntamiento como «casi congelado». Su presencia en el acto de ayer, confesaron, no había sido cómoda, como quedó de manifiesto cuando la presidenta de la Comisión, la jeltzale Isabel Sánchez Robles, a trompicones tuvo que improvisar para asegurar que el programa era fruto del trabajo de la Comisión Mixta de Fiestas, y no del Área de Turismo y Fiestas como se reflejaba en los papeles entregados a los medios.
El marketing municipal habló, por encima, de la animación que, de las 20.00 a las 22.00, se ofrecerá en tres escenarios de la Gran Vía -Aratustodromo-, aunque evitó aportar datos sobre la respuesta cosechada por el casting bautizado de ``Zu bai bilbotarra''. Se conoce al presentador, Asier Bilbao; al jurado, Las Fellini, pero poco se conoce de los concursantes. Fuentes municipales comentan, en voz baja, que los aspirantes a artista no han sido muchos y que se han buscado «voluntarios» a última hora para darle realce.