La Fiscalía relata en sus calificaciones provisionales que Yamiled Giraldo fue considerada víctima de abusos sexuales junto a otras mujeres y el procesado, José L.L., condenado a prisión y a pagarle 19.000 euros en conceptos de indemnización. Ya en la cárcel de Iruñea, según explica el fiscal, el acusado decidió matar a Giraldo para vengarse de ella y planeó que el crimen lo ejecutaran terceras personas a cambio de un precio.

Un plan que contó a Pedro Andrés G.P., en prisión provisional, y que éste asumió, por lo que recurrió a Karlos I.M., también en la cárcel, para que buscara alguna persona en situación de libertad que pudiera llevarlo a cabo. En una comunicación vis a vis, Karlos I.M. ofreció a Nira A.M., con la que tenía una hija en común, ganar algún dinero si localizaba a Yamilet Giraldo para «matarla» por lo que había hecho, para lo que le proporcionó diversos datos y le indicó que se pusiera en contacto con Rodrigo S.S., condenado en la misma sentencia que Karlos I.M. por robo con violencia e intimidación y ya en libertad, para que éste realizara el «trabajo» si estaba de acuerdo.

A partir de que ambos aceptaron, según sostiene la Fiscalía, comenzaron las gestiones y seguimientos a la víctima de las que era informado Karlos I.M. En este periodo, Pedro Andrés G.P. consiguió comprar por medio de otro recluso diez teléfonos móviles de tarjeta prepago, ninguno a su nombre, para «no ser descubiertos ni dejar rastro» de las comunicaciones que el grupo mantenía, y José L.L., aprovechando un permiso carcelario, se reunió con Nira A.M. y le entregó 4.000 euros como parte de los 8.000 que iba a pagar por el crimen, además de otros 2.000 por los gastos.

La mujer se quedó con 500 en concepto de gastos efectuados y entregó los otros 3.500 a Rodrigo S.S., quien compró una pistola y munición. Mientras, desde la prisión Pedro Andrés y Karlos comenzaron a «apremiar» a ambos para que «realizasen cuanto antes el trabajo encomendado», por lo que, dado que ya disponían del arma, Nira y Rodrigo decidieron actuar, y conforme «al plan tramado» el 23 de abril de 2009 llamaron a Yamilet Giraldo por teléfono para contratar sus servicios de estética para las 8.00 del 25 de abril en un domicilio de Cordovilla.

Esa mañana, también por teléfono, la procesada le indicó cómo llegar a la dirección señalada, ya que era una urbanización alejada y poco habitada. Cuando Giraldo se encontraba en el lugar y sacaba del coche el material de trabajo con la ayuda de uno de sus hijos, un joven de 14 años, Rodrigo S.S. se le acercó con el rostro tapado y una peluca y «de forma sorpresiva e inesperada» le disparó hasta que cayó al suelo, momento en el que apretó el gatillo contra el hijo sin que en este caso la pistola se disparara, por lo que de nuevo se giró hacia la mujer y con un nuevo cargador volvió a disparar contra ella.

Una vez muerta, el acusado se dirigió a un coche en el que le esperaba Nira A.M., igualmente con el rostro cubierto, y huyeron del lugar hacia Iruñea, donde cambiaron de vehículo y tiraron al río la pistola y los cargadores.