Concentraciones de la Plataforma de Mujeres para la Marcha Mundial tras el crimen de Barakaldo
GARA |
La Plataforma de Mujeres para la Marcha Mundial ha llamado hoy a la ciudadanía vasca a movilizarse tras la muerte violenta de una mujer en la madrugada del lunes en Barakaldo. Las organizaciones feministas y otros colectivos que conforman esta iniciativa se suman así a las protestas, hasta ahora institucionales, que ha generado la agresión mortal de Manuel C.S., de 41 años, a su madre, Amelia Sánchez, de 65 años.
Las movilizaciones de la Plataforma tendrán lugar, a las 19.00, frente al Ayuntamiento de Zarautz; en la plaza de Arrasate; y en la plaza del Referéndum, en Zornotza. A las 19.30, en el Boulevard donostiarra; junto a la iglesia de San Francisco, en Tolosa; en Niessen, en Errenteria; frente a la casa consistorial de Altasu; en Bilbo, en la plaza del Arriaga; en la Herriko plaza de Azpeitia; y en Algorta, en Telletxe.
Media hora más tarde, la cita será en la plaza de la Virgen Blanca, en Gasteiz; en la plaza del Ayuntamiento de Iruñea; en Baja Navarra, en Lizarra; junto a la estación del Metro en Portugalete; y en la rotonda de Lopeneko, en Leitza.
La primera protesta fue el mismo lunes, a la tarde, en la Herriko plaza de Barakaldo, donde alrededor de 200 personas secundaron la concentración convocada por la Junta de Portavoces del Ayuntamiento. Entonces, se supo que la víctima ya había denunciado a su hijo por agresión, lo hizo cuatro días antes de que la matara a cuchilladas, una de ellas en el cuello, en su vivienda del cuarto piso del número 14 de la calle Arana.
El autor de la agresión -Manuel C.S., de 41 años- huyó del inmueble y fue apresado por la Ertzaintza cerca del lugar con el arma ensangrentada en uno de los bolsillos. El personal médico, por su parte, no pudo hacer nada por Amelia Sánchez y se limitó a certificar su fallecimiento. Fue un vecino el que, tras romper la puerta de acceso al piso, encontró a la mujer en medio de un charco de sangre, alertado tras la fuerte discusión que había escuchado minutos antes desde su piso.
Una vecina explicó que el agresor «había venido de Tenerife, donde había vivido y se había separado de la mujer y ahora vivía aquí con la madre. Ha pagado los problemas del hijo -añadió- la que menos culpa tenía y no hay más».