La campaña para las elecciones generales del próximo 10 de mayo en Filipinas arrancó ayer con el bullicio de los mítines y carteles de la decena de candidatos a suceder en la presidencia a Gloria Macapagal Arroyo.

A tres meses de la votación, los senadores Benigno Noynoy Aquino y Manny Villar están casi empatados en los sondeos y aventajan al depuesto ex gobernante Joseph Estrada. Este último, un veterano actor que podría tener la llave de los comicios, puede restar apoyos a Villar, uno de los hombres más ricos de Filipinas.

Noynoy tiene a su favor su apellido, ya que es hijo de la ex presidenta Corazón Aquino, fallecida el año pasado, y Benigno Ninoy Aquino, enemigo acérrimo del dictador Ferdinand Marcos y cuyo asesinato en 1983 aceleró la caída del régimen.

Además de la Jefatura del Estado, los filipinos eligen en mayo al vicepresidente, 12 de los 24 senadores y todo el Congreso, en el que la presidenta Arroyo pugnará por un escaño que le dé inmunidad para evitar el peso de la Justicia en el caso de que se le pidan cuentas por los escándalos de malversación ocurridos durante su mandato.