Juez del TSJPV tilda de «desvarío» la estrategia del Estado ante ETA
El juez del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco Manuel Díaz de Rábago califica de «desvarío» la estrategia de ETA y la respuesta que le da el Estado «bajo la perversa regla de que `todo vale'». En una entrevista en una publicación jurídica llega a decir que no sabe qué puede pasar antes, «que ETA me asesine o que el Estado me acuse de formar parte de sus estructuras».GARA |
Manuel Díaz de Rábago es el juez que encabezó el tribunal que no llegó a juzgar a Otegi, Ibarretxe, López y resto de acusados. Ha sido candidato a presidir el TSJPV y aunque los 9 votos obtenidos fueron toda una sorpresa, no llegaron a ser suficientes para resultar elegido por el Consejo General del Poder Judicial. Ahora que se ha abierto un nuevo plazo de candidaturas, tiene claro que no se presentará y cree que el resto de rechazados tampoco debiera hacerlo.
Llegó a la judicatura después de años dedicado a ser abogado laboralista. Nunca ha ocultado su apoyo al diálogo político y su oposición a la Ley de Partidos. Y acaba de hacer unas declaraciones que, ciertamente, resultan inéditas en boca de un juez.
En la revista digital «Res Pública», dedicada a cuestiones jurídicas, le preguntaron qué opina sobre el «caso Egunkaria». Su respuesta no puede dejar indiferente a nadie: «Voy a responder a la gallega: ETA y el modo en que el Estado le da respuesta provocan en mí, en estos últimos años, cierta incertidumbre sobre qué puede sucederme primero: que ETA me asesine o que el Estado me acuse de formar parte de sus estructuras. Revela, a mi juicio, el desvarío de ambos en el logro de sus objetivos, bajo la perversa regla de que `todo vale'».
En la entrevista también muestra su preocupación por las imágenes del juicio contra Arnaldo Otegi, tanto por lo visto del comportamiento de Ángela Murillo como porque eso haya sido lo seleccionado para su difusión, «en lo que constituye un acto de pura propaganda de una determinada imagen».
Díaz de Rábago dice que ni puede ni debe opinar sobre la sentencia del Supremo en el caso del diálogo político, porque le podía tocar volver a juzgarlo si prospera un recurso en el TC.