La Ertzaintza detiene y retira carteles para acallar la denuncia de la tortura
La denuncia de la tortura está siendo perseguida por la Ertzaintza con la retirada de carteles y hasta realizando detenciones. En Soraluze dos personas fueron arrestadas el miércoles por difundir con la megafonía desde el coche que los últimos detenidos en Ondarroa han testificado que fueron maltratados en comisaría. Aunque quedaron en libertad en unas horas, han sido acusados de «injurias» contra la Policía autonómica con el agravante de «propaganda».Manex ALTUNA |
La Ertzaintza está intentando silenciar las últimas denuncias de torturas. Los detenidos en la última operación policial llevada a cabo en Ondarroa relataron haber sido maltratados en comisaría y la Policía autonómica se ha dedicado en los últimos días a retirar carteles que daban cuenta de ello en varias localidades como Getxo, Zornotza y Donostia.
El miércoles incluso llegó a arrestar a dos personas en Soraluze que difundían por la megafonía del coche mensajes contra la tortura. Fueron puestos en libertad tras permanecer durante unas cuatro horas retenidos. Han sido acusados de «injurias» contra la Ertzaintza con el agravante de «propaganda» por haber utilizado una megafonía, lo que supone un aumento de la pena reclamada por la Ertzaintza de 12 a 24 meses de cárcel.
Beñat Ezenarro -uno de los detenidos- censuraba en declaraciones a GARA que «hoy en día el delito es denunciar la tortura, mientras los torturadores tienen impunidad». Recuerda que tras obligarles a parar el coche, los policías señalaron que primero tenían que preguntar si habían cometido algún delito y que después fueron detenidos en base a esas acusaciones.
Explica que intentó rebatir a los agentes argumentando que las denuncias de torturas han sido reconocidas por organismos como la ONU y Amnistía Internacional, pero le contestaron que «eso se lo cuentas al juez». También se llevaron el coche en el que circulaban y la megafonía, que no les serán devueltos hasta la celebración del juicio, el próximo 16 de febrero.
Ya en comisaría le ofrecieron ser atendido por un médico como establece el protocolo y que al aceptarlo comenzaron a reprocharle que le dolía y si pensaba hacer una «campaña» contra la Policía autonómica con las torturas. Añade que los ertzainas trataron de amedrentarle con frases como «ya te han pegado con el listín» y «antes os salía gratis, pero ahora te puede valer un viaje a Madrid».
Asimismo, Ezenarro comenta que antes de quedar en libertad, los agentes les pidieron rellenar una encuesta sobre el trato recibido en comisaría.
«Decisión política»
Desde el movimiento pro amnistía denunciaron que la la actuación de la Ertzaintza demuestra que la utilización de la tortura es una «decisión política». Según censuraron, «los medios silencian las torturas y si alguien se atreve a denunciarlas es amenazado con la represión».
Citaron como ejemplo que el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, afirmo que estaría analizando querellarse contra los abogados de los detenidos en Ondarroa. Por ello, llamaron a movilizarse contra la tortura este fin de semana, al igual que Torturaren Aurkako Taldea, que recordó la mesa redonda que realizarán mañana en Iruñea.
El movimiento pro amnistía denunció que el alcalde de Azpeitia, Julián Eizmendi, ordenó a los trabajadores municipales quitar todos los carteles del pueblo. Entre ellos, los que recogían los testimonios de tortura de los últimos detenidos.
La Audiencia Nacional española alargó ayer en otros diez años la condena a Isidro Garalde. El preso político vasco debería haber recuperado la libertad el pasado 2 de febrero, pero le han aplicado la doctrina 197/06 del Tribunal Supremo español y le han alargado en otros diez años el periodo de prisión. Desde el movimiento pro amnistía denuncian que esta doctrina supone la aplicación de facto de la cadena perpetua. La nueva fecha de excarcelación fijada para Garalde es 2020.
El vecino de Ondarroa fue arrestado el 12 de abril de 1990 por la Policía francesa y desde entonces ha permanecido en diferentes cárceles españolas y francesas, siempre lejos de su tierra natal. En estos momentos se encuentra encarcelado en Puerto, pero durante los 20 años que lleva en prisión ha pasado por las cárceles de Douai y Muret, en el Estado francés, y por las prisiones españolas de Alcalá Meco, Huelva, Salamanca, Topas, Valdemoro y Granada.
Por otro lado, ayer se llevaron a cabo movilizaciones en defensa de los derechos de los presos políticos vascos. En Basauri se reunieron 60 personas, en Burlata 57, en el barrio iruindarra de Alde Zaharra 40, en el de Donibane 30, en Arrosadia 30 y en el barrio de Iturrama 34. El miércoles, 30 vecinos se concentraron, a su vez, en el barrio iruindarra de Rotxapea. GARA