El plan del Gobierno británico de elevar la edad gradualmente la edad de jubilación hasta los 68 años causaría «problemas enormes» para millones de ciudadanos y para la propia administración debido a que tres cuartas partes de los británicos estarían demasiado «achacosos» como para seguir trabajando. Esto es lo que se desprende de un estudio encargado por el propio Ejecutivo de Gordon Brown, en el que se afirma también que los habitantes más pobres de aquel país viven como media siete años menos que los más ricos, quienes a su vez gozan de diecisiete años adicionales de buena salud con respecto a aquellos.

Según este informe, que se ha dado a conocer en un momento en que varios gobiernos europeos han puesto sobre la mesa su intención de atrasar la edad de retiro laboral, la esperanza de vida entre la clase trabajadora ha crecido 2,9 años en la última década en Gran Bretaña.

Sin embargo, este cambio no sería suficiente -el estudio responde a los intereses gubermanentales- para elevar la edad de jubilación tal y como se plantea desde el Ejecutivo.

El trabajo «Sociedad Justa. Vidas Saludables», dirigido por el profesor Michael Marmot, del University College de Londres, aboga también por una reforma fiscal que permita una mejor distribución de la riqueza.

Los pobres pagan más

De hecho, destaca que las personas con menor capacidad económica pagan en impuestos un porcentaje más alto de sus ingresos debido a los gravámenes indirectos, como el IVA.

Asimismo, señala que la mala salud afecta sobre todo a las personas que han perdido su puesto de trabajo.