Ainara Lertxundi Periodista
Una imagen vale más que mil palabras
Dicen que una imagen vale más que mil palabras y que viéndola apenas hacen falta comentarios. Aunque también es cierto que, en ocasiones, nos puede jugar malas pasadas y llevar a equívocos o conclusiones apresuradas. Pero si esa imagen viene acompañada de un breve perfil de cada uno de sus protagonistas, es algo más nítida.
El próximo 11 de marzo, Sebastián Piñera, «el Berlusconi de Chile», será investido oficialmente presidente. Quienes lo acompañarán en la tarea de gobernar este país, que aún se resiente de las heridas dejadas por la dictadura de Augusto Pinochet, encajan a la perfección en el ideario de este multimillonario que en campaña se esforzó por trasladar una imagen alejada del ala más reaccionaria de la derecha. Aunque lo intentó, no lo logró. En los festejos de la noche electoral, sus eufóricos seguidores no se cortaron a la hora de mostrar bustos y consignas de Pinochet. Los nostálgicos deben de estar satisfechos con el nuevo equipo de gobierno, porque, con la victoria en la mano, Piñera no ha tenido que guardar más las apariencias.
Así, Christan Larroulet se hará cargo de la Presidencia. Ingeniero y decano de la Facultad de Economía, es conocido por colaborar con las políticas económicas de Pinochet.
De la educación se encargará Joaquín Lavín, líder de la Unión Demócrata Independiente. Al igual que Larroulet es economista, si bien sus facetas más conocidas son la de accionista de la Universidad del Desarrollo, una institución por supuesto privada, y la de ser supernumerario del Opus Dei.
La sanidad estará en manos de Jaime Mañalich, director de la clínica Las Condes, el centro de salud más elitista de Chile. Su propietario es el propio Piñera.
Y las relaciones exteriores estarán dirigidas por otro empresario, Alfredo Moreno, ex responsable en el extranjero de la cadena de almacenes Falabella y ex presidente de la más importante patronal de empresarios.
Un buen retrato de familia para un Chile que, como otras ex dictaduras, mantiene intactas las estructuras del pasado.