La falta de debate no oculta el rechazo a la estación intermodal
Gasteiz nunca ha conocido un proyecto con tanto rechazo popular como el de la futura estación intermodal, que se está caracterizando por un nulo proceso participativo. Los votos de PSE y PNV han bastado para llevar a cabo la aprobación inicial que acabaría con cerca de 15.000 metros cuadrados del parque de Arriaga.
Zuriñe ETXEBERRIA
El equipo de gobierno de Patxi Lazcoz (PSE) se está quedando solo en su idea de construir una nueva estación de autobuses en uno de los pulmones verdes más importantes de Gasteiz. A día de hoy, la idea del PSE de levantar una estación intermodal en el parque de Arriaga, de alrededor de 15.000 metros cuadrados de superficie construida, únicamente cuenta con el respaldo de su socio preferente en la Corporación, el PNV.
El Ayuntamiento de la capital alavesa cerró de golpe la persiana del proceso participativo el 27 de noviembre pasado, cuando rechazó la propuesta de la celebración de una consulta popular sobre la cuestión a la vez que firmó la aprobación inicial de la primera fase de la estación intermodal proyectada en el parque de Arriaga. Los votos de PNV y PSE fueron suficientes para dar el visto bueno a la infraestructura. Aunque PSE y PNV caminan de la mano, los jeltzales tienen su propia alternativa, Geltokia, que, pese a no estar todavía registrada, plantea construir la intermodal al otro lado del parque y bajo suelo. Además de la estación de autobuses, el planteamiento del PNV albergaría también una estación de tren y un parking. Por tanto, después de desembolsar cientos de millones de euros, la estación que podría levantarse sobre el parque de Arriaga podría volver a ser provisional, dado el amplio abanico de propuestas sobre la mesa.
Por eso reclaman un debate «abierto y participativo» el resto de formaciones políticas y colectivos sociales, sindicales y ecologistas. Vecinos afectados, la Plataforma SOS Arriaga, la Asamblea de Afección Cero, la izquierda abertzale, Aralar, ELA y LAB han recurrido los planes municipales en el plazo legal establecido que finalizó el 15 de marzo. En las alegaciones presentadas, y que el Ayuntamiento está obligado a contestar, todos ellos coinciden en que se ha vulnerado la participación vecinal y que la afección del proyecto no es aceptable.
Sobre la mesa existen varias alternativas además de las de PSE y PNV. Por ejemplo, la de la asociación vecinal Zazpigarren Alaba, que propone ubicar la estación en la zona de Borinbizkarra. La Asamblea de Afección Cero al parque, por su parte, plantea el proyecto sobre la plaza Euskaltzaindia, y por otro lado estaría la de la izquierda abertzale.
Un proyecto «excesivamente caro»
Los independentistas plantean que «la mejor solución» pasaría por soterrar el ferrocarril por su actual trazado y construir una estación que verdaderamente garantice la intermodalidad en el solar que a día de hoy ocupa la estación de Renfe. El soterramiento planteado por el equipo de Lazcoz de 6,8 kilómetros de largo discurre por el norte de la ciudad y con un coste que ronda cerca de los 500 millones de euros, un proyecto «excesivamente caro, largo y agresivo» con el entorno rural, ceonsidera la izquierda abertzale.
Su alternativa, asegura, reduciría sustancialmente la longitud del túnel, pasando de 6,8 a 5,5 kilómetros, evitaría la afección a los terrenos rurales y abriría la posibilidad de desarrollar el proyecto en diferentes fases para regular así el desembolso del dinero público. La primera fase comprendería el tramo entre Santa Lucía y Borinbizkarra «para solventar así los principales problemas que genera la barrera urbana que supone el ferrocarril». Asimismo, agrega, esta opción aseguraría la nula afección a las zonas verdes consolidadas de la ciudad, a la vez que garantizaría los terrenos liberados que ahora ocupa el ferrocarril para uso como corredor verde de la ciudad.
A los argumentos técnicos, medioambientales y urbanísticos se suman también los económicos. Una lectura que comparte el sindicato LAB, que en las alegaciones presentadas habla del «incomprensible gasto desmesurado que supondría una obra de estas características», sobre todo cuando la actual política de la Corporación y otras instituciones se sitúa en el recorte del gasto social. Para el sindicato abertzale, «la actual situación económica que ha llevado a miles de ciudadanos a una situación de precariedad laboral y económica indica que es el momento menos adecuado para iniciar un gasto de cientos de millones de euros».
Los grupos municipales del PSE y PNV siguen intentando dar por concluido el asunto de la futura estación intermodal. A finales de enero aprobaron el anteproyecto y comenzaron a hablar de fechas en las que prevén iniciar la obras, concretamente antes de mayo de 2011. Asimismo, la semana pasada anunciaban que el viernes 5 de marzo firmarán el acuerdo para financiar el soterramiento del tren a su paso por la capital alavesa.