Mueren ocho civiles afganos mientras las bajas de EEUU se elevan a mil
GARA |
Al menos ocho civiles murieron ayer al estallar una bomba atada a una bicicleta cerca de una estación de autobuses en Lashkar Gah (Helmand), mientras que el número de soldados de EEUU fallecidos desde la invasión de Afganistán en 2001 ha llegado ya al millar. En el atentado resultaron heridas dieciséis personas.
El atentado tuvo lugar en la capital de la provincia de Helmand, donde se está llevando a cabo una gran ofensiva militar desde hace once días, y el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, reconoció que estaban progresando más lentamente de lo esperado.
El jefe de las Fuerzas Armadas de EEUU, el almirante Mike Mullen, señaló en Washington que los progresos contra los combatientes talibán eran «seguros, aunque quizás algo más lentos de lo previsto». Los mandos militares afirmaron que podrían necesitar un mes más para controlar totalmente la zona.
Helmand y Kandahar han sido el principal foco de la actividad insurgente la invasión extranjera. Los principales mandos militares ocupantes han indicado que Kandahar también será objeto de una gran ofensiva antitalibán.
Por otra parte, mientras los familiares de 27 civiles muertos en un ataque aéreo de la OTAN se preparaban para enterrarlos, el general Stanley McChrystal, que está al mando de las 121.000 tropas ocupantes, pidió disculpas en televisión. Es la segunda vez que ha tenido que hacerlo en una semana.