Los jóvenes patinadores Tessa Virtue y Scott Moir llevaron a la gloria a su país, anfitrión de estos Juegos, de la manera más bella posible, logrando el oro en la modalidad de danza. Un triunfo histórico, puesto que desde que esta disciplina es olímpica (1976), han sido dúos rusos los que se han llevado siempre la victoria, con la excepción del oro logrado en 2002 por los franceses Marina Anissina y Gwendal Peizerat.

En el podio del Pacific Coliseum, la plata fue para los estadounidenses Meryl Davis y Charlie White, mientras que el bronce fue para unos decepcionados Oksana Domnina y Maxim Shabalin (Rusia), vigentes campeones mundiales.

En su primera comparecencia olímpica, Virtue y Moir, 20 años ella y 22 él, alcanzaron la cima. Pero detrás hay mucho trabajo, puesto que llevan trece años, desde que ella tenía 7 y él 9, entrenando juntos. El Pacific Coliseum de Vancouver estalló de euforia cuando finalizó el fragmento de la Quinta Sinfonía de Mahler que sirvió de fondo musical al programa libre.

«Hemos hecho muchos sacrificios, ha habido lesiones, no hemos tenido la misma vida que muchos adolescentes, pero el oro de esta noche hace que se olvide todo», manifestaba Virtue, quien en su día tuvo que ser operada de una lesión crónica en ambas tibias. «Es, simplemente, un día perfecto. No se podía haber escrito una historia más bella que ésta para Tessa y para mí», añadía su compañero de fatigas.

Este oro es la tercera medalla importante en su palmarés, tras la plata mundial en 2008 y el bronce del año siguiente en esa misma competición. Los estadounidenses Davis (22 años) y White (23) también estrenan su palmarés olímpico con una brillante plata.

La otra cara de la moneda es la del equipo ruso. No ha logrado ningún título hasta la fecha y en la única prueba que falta, féminas, sus posibilidades de victoria son nulas.

Biatlón, relevo femenino

Svetlana Sleptsova, Anna Bolaiy-Titovets, Olga Medvedtseva y Olga Zaitseva revalidaron para Rusia el título olímpico en la prueba de relevos 4x6 kilómetros de biatlón femenino. La plata fue para el equipo de Francia, mientras que la selección de Alemania se llevó el bronce.

Otros títulos disputados fueron los de las pruebas de relevos de esquí de fondo. Noruega fue la mejor selección en la prueba masculina, mientras que el combinado alemán se impuso en la femenina.

Supergigante masculino

Al cierre de esta edición se estaba disputando la segunda manga del eslalon gigante masculino. En la primera, el suizo Carlo Janka logró el mejor tiempo con dos centésimas de ventaja sobre el austriaco Romed Baumann y dieciséis sobre el noruego Aksel Lund Svindal. El donostiarra Paul de la Cuesta fue 35º, a 2,79 segundos de Janka.