Donostia Antzerki Saria para una obra «sólida y conmovedora»
«Aitarekin bidaian», interpretada por Joseba Apaolaza, José Ramón Soroiz y acompañada por Jabier Muguruza en el acordeón, es una cruel y conmovedora historia que se basa en la relación de un padre y su hijo condicionada por la enfermedad del Alzheimer.
GARA | DONOSTIA
Joseba Apaolaza, quien se mete en el papel de un hijo que debe cuidar de su padre (José Ramón Soroiz) que comienza a perder la memoria, se mostró «muy contento» por haber recibido el Donostia Antzerki Saria concedido por el Patronato Municipal de Euskara y Donostia Kultura, con el fin de promocionar el teatro profesional en euskara. El actor se mostró contento por varias razones; una de ellas, porque «haber recibido este premio indica que hemos andado en el buen camino y es, además, un galardón que premia el desafío que supune para todos trabajar en ella, ya que es una obra bastante complicada». Contento también por una de las autoras, Agurtzane Intxaurraga, «que se enfrentó a un desafío muy complicado y supo salir adelante incluso en situaciones difíciles para el mundo del teatro». Y contento, por último, porque el próximo 27 de marzo tendrán la oportunidad de volver a interpretar la obra ante el público donostiarra, en el Victoria Eugenia, jornada en la que se celebrará el Día Internacional del Teatro y fecha que recibirán el galardón. El equipo será premiado con una obra de Juan Luis Goenaga y 10.000 euros en metálico.
En «Aitarekin bidaian», la compañía Hika Teatro cuenta cómo condiciona y qué consecuencias tiene el Alzheimer en la relación entre un padre y un hijo. En opinión de los miembros del jurado, «Hika ha logrado superar este reto realizando una obra sólida y conmovedora. Esta historia cruel y conmovedora no deja a nadie indiferente, atrapando por completo al espectador». «Es un trabajo original y de buena calidad lingüística», añadieron. Respecto a la escenografía, el jurado señaló que «es sencilla y flexible, utiliza pocos elementos pero con gran eficacia. Además, son los propios actores quienes van preparando el escenario ante el público».
A juicio de Apaolaza, «esta obra es complicada en tanto que exige un gran nivel de emotividad; esta emotividad hay que expresarla, hay que darla y, al mismo tiempo, dosificarla. La obra cuenta con muchos vaivenes, altivajos, y la dificultad de esta obra reside en tener la capacidad de mantener la emotividad por encima de todos esos movimientos».
Sin embargo, aunque la trama se centre en la demencia del padre, Apaolaza aseguró que es la incomunicación que existe entre padre e hijo la que condiciona la relación entre los dos. La próxima cita, por tanto, el 27 de marzo, a las 21.00 horas, en el Victoria Eugenia.