Bajo el título de «Los límites de la transparencia», la Fundación Canal de Madrid (situada junto a la plaza de Castilla, en la calle Mateo Iturria) mostrará hasta el 25 de abril 34 esculturas de metal y piedra de Jorge Oteiza, de las que cuatro, de gran formato, podrán visitarse en los jardines de la fundación. La muestra ha sido comisariada por su sobrina, Pilar Oteiza, dueña de esta colección, para quien se trata de «explicar la evolución de Jorge Oteiza, de su investigación y cómo él va pasando de la estatua masiva a la estatua ligera, liviana, la estatua de energía». Para ello, ha seleccionado las obras que ilustran los primeros experimentos de Oteiza con las geometrías esféricas y los cubos, así como su investigación de las «cajas vacías y metafísicas».

Pilar Oteiza agregó que la muestra quiere transmitir el proceso de búsqueda e investigación del artista a través de la selección de obras que fueron creadas en diferentes años pero que tienen un nexo común: la representación de lo espiritual a través de la quietud y el vacío. «Los límites de la transparencia son las obras de Jorge Oteiza», apuntó la comisaria. El artista, a través de sus esculturas, «está consiguiendo los límites de la obra que relaciona el espacio interior con el espacio en el que se inserta». Y reúne la etapa más importante de Oteiza «porque -afirmó- es en la que él consigue llegar al final de su búsqueda estética» y corresponden a la culminación del proyecto «Propósito experimental» con el que el artista ganó el Primer Premio de Escultura de la IV Bienal de Sao Paulo (Brasil) en 1957.

Selección y propiedad

Oteiza «era una persona maravillosa como ser humano. Se puede decir que era un genio», afirmó su sobrina, quien indicó que algunas de estas piezas ven por primera vez la luz en una muestra. El comisariado se ha basado no en el período histórico sino en que formen un corpus representativo de lo que el escultor entendió como la desocupación de la esfera, del cubo y de los poliedros, recalcó Pilar Oteiza. En la muestra también se proyectan unas sesenta diapositivas del laboratorio de tizas, además de un vídeo de la vida del escultor, en los años 70, en su casa y estudio, que ahora ha sido convertido en museo en Alzuza. Las relaciones entre la Fundación Oteiza y Pilar Oteiza, sin embargo, no pasan por su mejor momento. Recientemente, la Fundación anunció, como propietaria de los derechos de propiedad intelectual de la obra escrita del artista, que llevará a cabo «las acciones pertinentes, incluidas las legales», tras la presentación de la sexta edición del «Quousque Tandem...!» y en cuyo copyright aparece como propietaria la sobrina del escritor.