Maite SOROA | msoroa@gara.net
Más de pitos al monarca y al himno
Los trovadores del nacionalismo español están más que dolidos por la pitada popular a Juan Carlos Borbón y a su himno. Si ayer era Luis María Ansón, hoy le coge el relevo otro inefable: Cayetano González que, en «Libertad Digital», exhibía su furia.
En opinión de Cayetano, lo sucedido en el BEC «no es una anécdota ni un sucedido menor (...) como tampoco es una anécdota ni un sucedido menor que esos abucheos y pitos se repitieran cuando por los altavoces del pabellón sonaron, eso sí brevemente, las notas del Himno Nacional de España». Me imagino a Cayetano en posición de firmes, con la mano en el pecho frente al televisor mientras el populacho pitaba de lo lindo.
Luego le quita un poquito de hierro porque, dice, no es la mayoría sino «unos cuantos que no tienen el más mínimo respeto ni la más elemental educación». Lo que no me parece muy respetuoso ni educado es intentar manipular negando la evidencia, y menos aún lo es presentarte en tierra ajena a dar la lata con tu himno a todo volumen.
Pero el asunto le lleva a donde quería: la culpa es de ETA. Y es que, asegura, «la actitud violenta, totalitaria y fascista de ETA y de quienes les apoyan ha hecho un daño terrible a todos los vascos en su conjunto, por mucho que sea una obviedad decir que la mayoría de la sociedad vasca no apoya la violencia». ¿En qué quedamos?
La cosa es que aquí se pita a Borbón por pura ignorancia. O sea, que somos un pueblo de patanes. Lo explica Cayetano: «Durante muchos años se ha estado educando en el odio a todo lo que suene a España a una buena parte de la juventud vasca. Muy seguramente, ninguno de los jóvenes o no tan jóvenes que el pasado domingo tuvieron ese comportamiento tan denigrante con los Reyes o con el Himno Nacional sepan una palabra de la historia reciente ni de España ni del País Vasco. Tampoco les importará demasiado vivir en la ignorancia. Ellos han crecido en medio del fanatismo y de ver a lo español como algo opresor y como sinónimo de enemigo del pueblo vasco». No todo lo español, Cayetano. Todo no, pero aquí han pasado muchas cosas durante muchos años. No lo olvides.