Un destacado trabajador de Cementos Rezola en Añorga, Ezekiel Illarramendi, falleció a consecuencia de un mesotelioma por amianto al haber trabajado en esa empresa. Aunque la dirección en todo momento negó su existencia. Desde su muerte hace más de un año, existe una sensibilidad mayor entre los trabajadores. Víctor Belio lo reconoce.

¿Hay amianto en Rezola?

Podemos decir que su presencia es testimonial, pero sí. Queda en viejos almacenes cubiertos de fibrocemento y otro material; en alguna instalación térmica en desuso y hasta el año pasado en tuberías de refrigeración y otra maquinaria en uso. Todavía se siguen señalando materiales sospechosos.

¿Qué hace LAB al respecto?

Los miembros del comité y los delegados de prevención estamos sensibilizados. Algunos somos veteranos y podemos dar testimonio persona de algunas prácticas de trabajo. Actualmente pugnamos porque todos los trabajadores potencialmente expuestos a las fibras de amianto se incluyan en las listas de personal sujeto a vigilancia de la salud , algo por lo que la dirección de la empresa hace oídos sordos y no responde a nuestras solicitudes, ni siquiera para negarlas

¿Cuántos afectados hay por amianto y cuántos fallecidos?

En nuestro entorno laboral sólo se ha producido un fallecimiento por un mesotelioma. Trabajadores expuestos en la plantilla diría que sobrepasan el centenar que, en mayor o menor medida, han podido tener contacto directo o indirecto con ese mineral cancerígeno. Esta empresa tienen más de 150 años, por lo que ese listado de afectos tiene que ser muy elevado, porque ha pasado mucha gente .

¿Hay conciencia por parte de la dirección de que el amianto mata?

La dirección está actuando de una manera más transparente en cuanto a prevención, detección y desamiantado. Los resultados de los análisis de materiales se comunican, sean positivos o negativos. Pero también se está armando de una defensa de sus intereses que a veces resulta insultante para los trabajadores más veteranos, porque no aporta información sobre los materiales utilizado décadas atrás. Creo que es necesario sacar el problema a la luz y los trabajadores debemos liberarnos del temor y afrontar la realidad. Es un trago duro.