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La pobreza atrapará a 21 millones de personas en Asia y el Pacífico

La ONU y el Banco Asiático de Desarrollo calculan que la crisis global amenaza con atrapar este año a 21 millones de personas en la pobreza en Asia y el Pacífico. A los estragos de la recesión en las economías más frágiles, se suman los recortes que las grandes economías han aplicado a las ayudas oficiales al desarrollo.

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La recesión económica mundial amenaza con atrapar en la pobreza a cerca de 21 millones de personas en Asia y el Pacífico en 2010, asegura un informe divulgado por la ONU y el Banco Asiático de Desarrollo (BADA). El estudio sobre el grado de cumplimento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas señala que la crisis ha dejado en evidencia muchos de los puntos vulnerables de la región, donde ya hay 900 millones de pobres.

En 2009, 17 millones de personas se vieron sumidas en la pobreza y otros cuatro millones seguirán ese mismo camino este año si los gobiernos no ponen en marcha medidas para revertir el proceso, advirtió la jefa de la Comisión Económica y Social de Naciones Unidas para Asia y el Pacífico, Noeleen Heyzer.

La cifra de 21 millones de pobres es equiparable a la población total de Australia.

El director regional del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, Ajay Chhibber, atribuyó parte del problema a que la mayoría de países asiáticos no goza de un estado de bienestar con garantías sociales para los más perjudicados por la recesión.

«Asia tiene redes de protección social mucho más débiles que Latinoamérica o Europa Oriental. Sin esa protección, la población enseguida regresa a la pobreza con cualquier crisis, pandemia o desastre natural, y les es mucho más difícil recuperarse», explicó Chhiber.

Según el informe, sólo el 20% de los parados asiáticos tiene acceso a prestaciones por desempleo, y apenas el 30% de los ancianos disfruta de pensiones.

Antes de la crisis, Asia-Pacífico llevaba camino de cumplir tres Objetivos de Desarrollo del Milenio antes de 2014: reducir a la mitad la pobreza, mejorar el acceso a la educación primaria y lograr una equiparación de derechos entre sexos en la enseñanza secundaria.

Sin embargo, la recesión dio al traste con la tendencia positiva, y los planes de estímulo puestos en marcha por los gobiernos para reactivar sus economías buscan más una recuperación de la demanda de exportaciones que redes firmes de protección social para su mano de obra, indican la ONU y el BADA.

En este contexto, esta semana se ha conocido también que la crisis económica mundial va a afectar a la ayuda al desarrollo prometida por los países más ricos. que en 2010 experimentará un incremento del 34% sobre las cifras de 2004, pero se quedará por debajo de las promesas iniciales.

Este año habrá un total de 107.401 millones de dólares procedentes de los países más desarrollados para ayuda en los más desfavorecidos, pero la cantidad queda 21.000 millones de dólares por debajo de lo prometido hace cinco años.

El drástico recorte se nota sobre todo en algunos países europeos que, según los datos que publicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quedarán este año muy lejos de sus generosas promesas.

Alemania, Estado francés e Italia aplicarán una gran reducción en su Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y la situarán, respectivamente, en el 0,40%, 0,46% y 0,20% de su Producto Interior Bruto (PIB), frente al 0,51%, 0,61% y 0,51% prometidos, alertó la OCDE.

El secretario general del «club de los países ricos», Ángel Gurría, se refirió, sin citar sus nombres, a estos ejemplos de estados europeos que repercutirán en 2010 el impacto de la crisis económica en las cantidades aportadas en concepto de ayuda oficial al desarrollo.

Menos dinero cuando más hace falta

Gurría pidió a esos países que reconsideren sus planes de ayudas al desarrollo, aunque reconoció que «cuando uno reduce sus objetivos el déficit (de ayuda) se acumula» y resulta más difícil tanto volver a recuperar los niveles anteriores de ayuda como cumplir con las promesas lanzadas.

«Las necesidades de los países más pobres son ahora mayores», advirtió el máximo responsable de la OCDE, quien reconoció que las promesas se hicieron, hace cinco años, cuando aún se gozaba de bonanza económica.

Gurría recordó que «la ayuda es, en muchos casos, indispensable, y en los países más pobres es fundamental» y aludió a que África sufrirá más que ninguna otra región el recorte en las promesas de ayuda porque dos terceras partes de lo que se dejará de donar iba destinado a ese continente.

Ejemplo de cómo afectará la crisis económica en Europa a las ayudas al desarrollo son los descensos previstos también en otros países como Austria (que del 0,51% pasará al 0,37%) y en Grecia (del 0,51% al 0,21%) o Portugal (la recortará del 0,51% al 0,34%), donde los necesidades internas son más acuciantes.El Estado español, según datos de la OCDE, mantendrá las ayudas al desarrollo en el 0,51% de su PIB, frente al 0,59% inicialmente previsto.

Gurría aludió además a las consecuencias que la crisis económica está teniendo en los países que eran receptores de mano de obra inmigrante hasta el comienzo de esta etapa de recesión y mencionó concretamente el caso español.

El secretario general de la OCDE aludió específicamente al caso del sector inmobiliario en l Estado español y cómo la reducción en la mano de obra empleada afecta a inmigrantes procedentes de países que son perceptores de ayuda oficial al desarrollo, que ahora se recorta, lo que además dificulta su regreso a los Estados de los que proceden.

Uno de los pocos países que incrementarán su ayuda será EEUU que, en datos netos, es el mayor contribuyente mundial, con 24.705 millones de dólares previstos para 2010, por encima de los 24.000 millones pronosticados hace cinco años. El porcentaje del PIB estadounidense dedicado a la ayuda al desarrollo subirá así hasta el 0,20%, dos décimas por encima de lo estipulado antes de la recesión.

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