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Referéndum sobre la deuda de Icesave

Islandia rechaza de forma rotunda indemnizar a británicos y holandeses

Los votantes islandeses rechazaron ayer en referéndum el acuerdo para indemnizar con 3.700 millones de euros a los acreedores británicos y holandeses del banco por internet Icesave. Aunque el texto votado estaba ya superado por una nueva oferta de Londres y La Haya, los islandeses mostraron su oposición a cargar con una factura tan costosa en medio de una grave crisis financiera. El Gobierno islandés reconoció la derrota y buscará ahora un nuevo acuerdo.

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GARA | REYKJAVIK

En el primer referéndum desde la independencia del país en 1944, los islandeses rechazaron de forma rotunda asumir las indemnizaciones a los acreedores británicos y holandeses por la quiebra del banco Icesave. Las proyecciones generadas a partir de 18.000 votos pronosticaban un rechazo del 98% al pago.

El texto sometido a referéndum es un acuerdo que establecía el pago hasta el año 2024 por parte de Reykjavik de 3.700 millones de euros como indemnización a británicos y holandeses por los efectos de la quiebra de Icesave en octubre de 2008.

El gobierno islandés había llegado a un acuerdo con Londres y La Haya para indemnizar a los ahorradores pero la resistencia popular al mismo hizo que el presidente, Olaffur Grimsson, se negara a ratificar la ley que regulaba las indemnizaciones.

El acuerdo original preveía devolver la deuda pendiente en 15 años y a un interés del 5,5%. Mientras tanto, Holanda y el Gran Bretaña han presentado una oferta sensiblemente mejorada, a un interés fijo con un tipo variable en el periodo final, pero la consulta se realizó sobre la oferta original. Los opuestos a este pago subrayan que es injusto pasar una factura tan costosa -casi 100 euros por habitante y mes durante ocho años- sobre las espaldas de un país arruinado por el rescate de sus bancos. El costo de la indemnización a los ahorradores de Icesave equivaldría a dos terceras partes del presupuesto anual de Islandia

«Voto que no, simplemente porque estoy en total desacuerdo con la idea de que nosotros, la nación, tengamos que soportar ese peso» explicaba Ingimar Gudmunsson, un camionero de 57 años.

En un medio de un estruendo de silbidos y cacerolas, una manifestación de medio millar de personas ante el Parlamento, rechazó la indemnización y pidió más ayudas al Gobierno por las consecuencias de la crisis sobre los hogares islandeses.

«Este acuerdo es inaceptable para toda la nación soberana» se indignaba Magnus Arni Skulason, miembro fundador de Indefence, un colectivo que ha reunido a casi 60.000 firmas que pide un referéndum contra el Parlamento que aprobó esa ley. «Es un acuerdo obtenido bajo las amenazas de Gran Bretaña y Holanda, que han utilizado su influencia en el FMI y en la UE contra Islandia», denunció. El ministro de Finanzas islandés, Steingrímur J. Sigfússon, indicó que los resultados no deben ser interpretados como una negativa del país a cumplir con sus obligaciones. «Decir cualquier otra cosa es muy peligroso para nuestra economía», afirmó.

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La principal consecuencia será el retraso del pago de los préstamos procedentes del FMI y los países nórdicos. Pero podría también obstaculizar la candidatura de Islandia a la UE. «Este tema será parte de nuestras consideraciones cuando tomemos una decisión en las conversaciones de ingreso con Islandia», afirmó ayer el ministro de Asuntos Exteriores holandés, Maxime Verhagen.

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