Transcurrida ya la mitad de la campaña, el cabeza de lista de Forces Aquitania se «moja» sobre los temas clave de estas elecciones.

Los sondeos indican que sólo un ciudadano de cada dos se interesa por las elecciones regionales. ¿Por qué no se sienten más implicados?

Porque hay una pérdida de confianza hacia los electos en general. Porque la sociedad atraviesa grandes dificultades y las soluciones no son fáciles de encontrar. Porque la región, tal y como ha sido gestionada, no ha sabido establecer el contacto con los ciudadanos. Está muy lejos de la gente, es extremadamente administrativa y nunca se ha priorizado la dimensión humana. Creo que es un compendio de todo esto.

¿Tiene algo que ver en ello la próxima reforma de las instituciones territoriales ?

Esta reforma va a agravar aún más la situación, porque la libertad y capacidad de iniciativa de las regiones van a disminuir.

Usted aboga por una colectividad territorial propia, con competencias, para Ipar Euskal Herria. El planteamiento se parece mucho al discurso de la plataforma Batera, incluso al de algunos abertzales. ¿No estará usted a favor de la autonomía?

La autonomía es el grado superior. En el País Vasco existe ya una mínima organización que yo he defendido siempre, porque creo que está amenazada. Por eso he luchado para que se mantengan las estructuras de pays. He hecho propuestas a diferentes responsables, propuestas graduales que no tenían todas el mismo contenido. Mi convicción es que hace falta, de todos modos, un dispositivo de reconocimiento del País Vasco. Evidentemente, sólo podría construirse lo que entrara en el marco legal francés. Sigo trabajando para saber cuál sería una buena solución. Sea como fuere, sigo siendo muy favorable a un reconocimiento con contenidos.

¿Qué piensa de la consulta que está organizando Batera?

Que hay que dejar que se haga. Si una parte del País Vasco quiere expresarse, que se exprese. No estoy de acuerdo con aquellos que quieren entorpecerla o impedirla. Dejémos que se haga y ya se verá qué dice la gente.

Entonces, tampoco estará de acuerdo con la posición del prefecto, que ha advertido a los alcaldes que no pueden participar en la organización de las consultas...

Por supuesto, no estoy de acuerdo con el prefecto. Estamos en un país pacificado, no tenemos violencia ni hay riesgos mayores que puedan explicar una prohibición. Si la gente quiere dar su opinión, que lo haga. No veo dónde está el mal.

En lo que se refiere a la línea del TAV de Lapurdi, ha manifestado públicamente que Forces Aquitaine apuesta por la adaptación de la existente para el transporte de viajeros. Para el de mercancías ha pedido que se analice otro trazado, incluso fuera de Ipar Euskal Herria.

Exactamente. Y si digo esto es porque sé que los aragoneses están ya trabajando en la cuestión del transporte de mercan- cías. Hay que parar este proyecto y mirar atentamente lo que hacen en el otro lado. No estoy de acuerdo en agarrarse a un proyecto sin mirar lo que se está haciendo en la Península Ibérica. Es de sentido común.

¿Esta opinión es compartida en el Modem?

Sí, aunque con ciertos matices en algunos casos. Yo nunca he impedido a nadie que esté en mi equipo que tenga sus puntos de vista; si no, la vida sería imposible. Lo que está claro es que yo encarno oficialmente la posición de la lista Forces Aquitaine sobre esta cuestión. Y seguiré en esta posición.

Ha criticado que el Consejo Regional no impulsa lo suficiente las relaciones transfronterizas y propone extenderlas a la CAV, Nafarroa y Aragón a través de una eurroregión del gran sur. También considera conveniente un Consejo del gran País Vasco con la CAV. Ya hace muchos años que se habla de este tipo de entidades institucionales, pero los avances son realmente escasos. ¿Cree que con estas nuevas estructuras se podría lograr una cooperación real?

Creo mucho en la obstinación, en la construcción en el día a día. El problema con el Consejo Regional es que las relaciones son intermitentes, y también que el Consejo General no representa más que una parte del poder y de la iniciativa. Lo que yo propongo, siguiendo un poco el ejemplo del Consejo de Electos y del Consejo de Desarrollo, es una fórmula que pudiera reunir todas las energías de la región, es decir, que pusiera a trabajar juntos a todos los agentes -electos y sociedad civil- para conseguir un dinamismo más importante. Esa es la idea pero, claro, eso no se concreta de un día para otro.

Volviendo a los sondeos, éstos indican que la intención de voto a la lista liderada por Jean Lassalle ha aumentado notablemente desde que comenzó la campaña. ¿Cómo explica esto?

Y espero que suba más todavía. Tenemos listas muy buenas. La de los Pirineos Atlánticos es excepcional. Hemos elaborado nuestro programa en base a cosas muy simples. Estamos cerca de la gente del país, hablamos de sus problemas porque los conocemos, porque vivimos en medio de ellos. Aportamos una imagen de autenticidad de la que adolecen las otras listas. Además, tanto Lassalle como yo mismo somos hombres del pueblo, que tenemos un gran arraigo hacia nuestro territorio. Por eso esperamos que todo esto se traduzca en un aumento del apoyo a nuestra lista.

¿Estaría interesado por la carrera al Senado en 2011?

Nunca he perseguido un mandato legislativo. Ahora bien, en algunos momentos de mi vida he lamentado no poder decir lo que pienso en medio de los que hacen las leyes porque creo que algunas no están, precisamente, bañadas por el sentido común. Llegado el momento oportuno, valoraré la opción de presentarme o no.