Camacho tuvo que apagar el fuego en esta oportunidad, incomodado por la situación -su tono lo delató-, bajo el paraguas de un supuesto permiso extra.

Cada vez que los iraníes son convocados con su selección, se sabe qué día y a qué hora partirá su avión, pero no se tiene la misma certeza sobre cuándo volverán a aterrizar en la capital navarra.

Ello incomoda y mucho en un club en el que siempre se pretende hacer gala de la seriedad, pero que no ha acabado de tomar las medidas oportunas, pues la situación se ha repetido de manera continuada.

Incluso esta falta de respeto hacia el resto de la plantilla levantó las iras del presidente, Pachi Izco, quien avisó de que tomaría cartas en el asunto durante un episodio anterior. Al final... se optó por el pase foral.