El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, impuso ayer un cierre del territorio palestino ocupado de Cisjordania durante dos días «por razones de seguridad» tras haber recibido, según el Ejército, informes de los servicios de inteligencia sobre supuestos planes palestinos para efectuar revueltas este fin de semana en Jerusalén.

El cierre comenzó la medianoche del jueves y se prolongará hasta la medianoche de hoy «de acuerdo a la evaluación de seguridad», indicaron las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado.

Durante ese tiempo sólo se permitirá el acceso a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén a los musulmanes que tengan pasaporte israelí y, en el caso de ser varones, únicamente a los mayores de 50 años, informó a Efe el portavoz de la Policía, Miki Rosenfeld.

«Hemos aumentado la seguridad dentro y alrededor de Jerusalén Este para impedir que haya revueltas tras las oraciones del viernes», señaló.

El cierre de Cisjordania, que no sólo impide el paso a los palestinos a territorio israelí sino también a territorio palestino ocupado -como por ejemplo en el caso de Jerusalén Este- son habituales durante las festividades oficiales del Estado judío, pero hace años que no se decretaban al margen de esas fechas.

Según medios locales, Defensa ordenó el cierre tras recibir informes de los servicios de inteligencia sobre supuestos planes palestinos para efectuar revueltas en Jerusalén este fin de semana.

En el último mes se han producido enfrentamientos los viernes tras las oraciones musulmanas del mediodía en torno a la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar más sagrado para el Islam, situado en la vieja ciudadela amurallada de Jerusalén.

El Ejército israelí informó de que durante el cierre de Cisjordania «se permitirá cruzar por razones humanitarias» a pacientes, médicos, trabajadores religiosos, profesores y otros grupos profesionales, siempre que cuenten con la autorización de la denominada Administración Civil, el cuerpo militar que gestiona la ocupación de los territorios palestinos.