Iosune Sangalo y Jokin Aranguren | Iruñea
No olvidamos, justicia para Ángel
Hoy se cumplen seis años desde que Angel Berrueta fuera asesinado en su panadería por el policía nacional Valeriano De la Peña y su hijo Miguel José De la Peña. Posteriormente, éstos fueron condenados por un jurado popular a 20 y 15 años de prisión, respectivamente, mientras que Pilar Rubio (esposa y madre de estos dos), también fue condenada por el mismo jurado por la causa de «inductora necesaria del asesinato», pero posteriormente fue absuelta por el «Tribunal de Justicia» de Navarra.
El pasado 2 de febrero conocimos la petición de indulto por parte de los asesinos de Angel. ¿Dónde está la justicia en este país que algunos llaman democrático? La respuesta es bien sencilla: ¡No la hay! Cuando menos, está demostrado que la justicia no es igual para todos. Existen dos varas de medir bien distintas en función de quién es la víctima y quién el condenado. Un claro ejemplo de estas dos varas de medir es que si eres condenado por actos de «kale borroka» (como en el caso de nuestro vecino de Donibane Eneko Olza, entre muchos otros) se te aplica la más severa de las condenas, permaneciendo 10 años en prisión (saldrá de la cárcel el próximo mes de abril) después de cumplir íntegra la condena que le impusieron, sin ningún tipo de redención, sin disfrutar de ningún permiso y además alejado a cientos de kilómetros de sus seres queridos. Sin embargo, los asesinos de Angel han pedido el indulto, y tan solo el mero hecho de que lo hayan llevado a trámite es insulto, menosprecio y humillación hacia la víctima y su familia.
Además Miguel José De la Peña y Valeriano De la Peña disfrutan de permisos penitenciarios desde marzo de 2007 y diciembre de 2009 respectivamente (llevan en prisión desde 2004). ¿Por qué ellos pueden disfrutar de beneficios en la prisión en la que se encuentran? Está claro que quitar la vida a un ciudadano vasco y abertzale sale barato.
A todo esto hay que sumarle la indignante y vergonzosa actitud que ante la petición de indulto están manteniendo la mayoría de medios de comunicación y clase política, con su silencio. Aunque tampoco es de extrañar, puesto que fueron ellos los que con sus mentiras propiciaron el ambiente perfecto para que el asesinato de Angel pudiera realizarse. Son ellos también los que tratan ahora de que caigan en el olvido más absoluto los hechos. Quizás busquen, si no ahora, más adelante, que pase lo más desapercibida posible la puesta en libertad de los asesinos de Angel. No sería la primera vez que se cumplen condenas ridículas por asesinar a un ciudadano de izquierdas y abertzale, como ya ha ocurrido en otras ocasiones con Barrionuevo, Vera, Galindo, etc.
Sin embargo, seguir recordando lo que pasó y en qué circunstancias ocurrió es necesario, primero como homenaje a Angel, pero además para que les sea más difícil la excarcelación de los asesinos. Los vecinos y vecinas de Angel nunca olvidaremos aquello, como tampoco olvidaremos lo sucedido en los días posteriores, en el tanatorio y en las calles del barrio, con la implantación de un estado policial.
Ni tampoco olvidaremos las amenazas de muerte a la familia Berrueta-Mañas, así como las agresiones a cargo de compañeros de filas de Valeriano De la Peña. Amenazas que ni tan siquiera son investigadas.
Pero tampoco olvidamos ni olvidaremos la dignidad y el ejemplo que ha demostrado y sigue demostrando día a día la familia Berrueta-Mañas. Queremos reafirmarnos en nuestro apoyo incondicional y nuestra cercanía, solidaridad y plena disposición para con ella en estos momentos, sin duda, muy duros para ellos.
Es por ello por lo que los vecinos y vecinas firmantes, con el apoyo de muchos más, hacemos un llamamiento a acudir masivamente hoy, a las 18.00 horas, a la calle Martin Azpilikueta de Donibane con el fin de seguir recordando a Angel y exigir justicia.
(*) Junto a Iosune Sangalo y Jokin Aranguren, firman también: Koldo Amatria, Patxi Sueskun, Gorka Enzinas, Jose Miguel Olza, Patxi Rey, Garazi Autor, Edur Perez, Mari Jose Garcia, Aritz Jimenez, Sergio Medina, Aitziber Urkijo, Joseba Goikoetxea e Irati Zabalza.