Con cientos de kilómetros recorridos y después de haber recabado el testimonio y el calor de miles de mujeres, la Marcha Mundial de las Mujeres de Euskal Herria realizará al mediodía de hoy sus últimos metros en favor de los derechos de la mujer. Decenas de actos que se celebrarán durante toda la jornada en la plaza del castillo iruindarra pondrán el broche final a esta marcha que se celebra cada lustro.

En la jornada de ayer, la marcha cruzó el río Bidasoa y se adentró en Lapurdi, recibiendo el apoyo de las mujeres de Hazparne, Senpere o Baiona.

Antes, sin embargo, la marcha realizó su primera parada en Irun, a donde llegó arropada por una caravana de coches desde Oiartzun y donde le esperaban un centenar de personas, en su mayoría estudiantes, realizando un taller de co-educación en plena calle y en el que identificaron los puntos negros de la ciudad.

En Senpere y Ezpeleta la marcha fue recibida por los alcaldes del municipio y en Hazparne cerca de 70 mujeres celebraron una comida popular en un excelente ambiente. Antes sin embargo, cerca de cincuenta mujeres de EBEL realizaron una visita a un caserío de Hazparne de la mano de la organización Emazteek diote.

Por la tarde, llegó el turno de Baiona, donde se celebró una manifestación que finalizó con una representación de danza y rap y con conciertos hasta el amanecer.

La furgoneta, en la que se lee el eslogan «2010 arrazoi martxan jarraitzeko», genera nerviosismo y emoción allí donde va. Gracias a su megafonía sorprende a los viandantes animándolos a la lucha de los derechos de la mujer.

Uno de los momentos más emotivos que ha vivido hasta ahora la marcha tuvo lugar el jueves en Orereta, donde fue recibida con antorchas y al son de la txalaparta. Desde el Ayuntamiento, donde se desplegó una gran pancarta, se pudo escuchar a Sorkun, así como el recitar de un verso, y tras un baile espectacular realizaron una cena en la que se dieron cita casi 300 vecinos de la comarca.