Aún no han pasado 48 horas de la milagrosa remontada del Caja Laboral Baskonia ante la Cibona y, por tanto, a más de uno aún no le llegará la camisa al cuerpo. Los hombres de Ivanovic, al más puro estilo circense, consiguieron el más difícil todavía, anulando una desventaja de hasta 14 puntos, forzando la prórroga y logrando la clasificación para cuartos cuando nadie albergaba ya esperanzas.

La propia página de la Euroliga tildaba como «milagro» la remontada; ni los propios jugadores se creían que aquello fuera real y alguna edición digital hizo pública la eliminación baskonista para tener que corregir pocos minutos después, tras recibir aluviones de hinchas indignados y con la adrenalina por las nubes.

«Ni nosotros mismos creíamos en la remontada, pero vimos que podíamos ganarles. Sobre los tiros libres, pues he fallado el primero cuando debía meterlo», recordaba ante Radio Euskadi entre risas Huertas. «Luego he metido el segundo, y dejamos que subieran el balón sin presionarles, de modo que pasara el tiempo, y decidimos que si alguien debía lanzar, que fuera Gordon y no Tomas o Udrih. Ha salido bien y estamos muy contentos».

Ahora, con nada que perder, espera el CSKA de Moscú en cuartos. El cuadro ruso ya se impuso al Baskonia en la primera fase, pero en ambas ocasiones debió emplearse a fondo para lograrlo. Además, si todo marcha como debe, Splitter estará recuperado, con lo que el conjunto gasteiztarra tendrá, al menos sobre el papel, un juego más sólido.

La eliminatoria, al mejor de cinco partidos, comenzará en Moscú los días 23 y 25 de marzo. Gasteiz acogerá el día 30 el tercer envite y, si fuera preciso, el 1 de abril. El desempate, de ser necesario, se jugaría el 7 de abril en tierras moscovitas. El vencedor llegará a París donde esperará el ganador del duelo entre Real Madrid y Barcelona.

Pero lo primero es una nueva jornada de Liga ACB. El Estudiantes espera en su cancha para recibir mañana, a partir de las 12.30, a los de Ivanovic, que buscarán mantener su segunda plaza en la liga.