El eslovaco Peter Sagan logró ayer su segundo triunfo parcial en una París Niza que le ha lanzado al primer plano. Quinto en el prólogo, segundo en la segunda etapa y primero en la tercera, se defendió con dignidad en el final en alto de la cuarta en Mende y se escapó ayer a falta de dos kilómetros y resistió el ímpetu del grupo de elegidos.

Sagan no deja de sorprender. Ha cumplido veinte años el 26 de enero y es capaz de lograr resultados en todos los escenarios. Con sólo 16 años ya logró la medalla de bronce en el campeonato eslovaco junior de ruta con corredores dos años mayores que él. Con 17 fue campeón eslovaco junior en ruta y en ciclo cross y tercero en el europeo de mountain bike y ciclo-cross.

En su último año junior con 18 años, fue subcampeón mundial de ciclo-cross y campeón europeo y mundial de mountain bike. Además, obtuvo tres triunfos en carretera, lo que le permitió pasarse la categoría amateur y debutar en profesionales con sólo 19 años la pasada temporada con el Dukla Merida Trencin de categoría continental. Se centró en la carretera y obtuvo tres victorias, muchos puestos y fue décimo en el campeonato de Europa sub'23.

Su trayectoria llevó al Liquigas a darle la alternativa en el Pro Tour y desde su debut brilló. En el Tour Down Under acabó dos etapas entre los cinco primeros y en la París-Niza deja boquiabiertos a todos y a sus 20 años es octavo en la general tras ganar por fuerza en una jornada como la de ayer en la que los corredores sufrieron mucho.

La etapa era corta, sólo 157 kilómetros, pero no hubo tregua desde la salida hasta la llegada. No se permitió ninguna escapada en un recorrido rompepiernas y cuando cuajó una entró el décimo de la general, Taaramae, con Gustov (Cervélo), Calzati (Sky) y Barredo (Quick Step). Astana se vio impotente para defender el liderato de Contador, el Cofidis fue líder virtual, y necesitó de la colaboración de equipos como Caisse d'Epargne y Euskaltel para anular la fuga.

Koldo Fernández de Larrea y Samuel Sánchez aguantaron en el grupo selecto de 25 corredores que se formó en cabeza tras el último puerto, pero el alavés no pudo luchar por el triunfo. Romain Sicard, que era 24º en la general, se vio envuelto en una montonera en la subida al primer puerto, el Col de Murs, y pese a trabajar fuerte en su grupo, la batalla que hubo adelante impidió enlazar y cedieron mucho.

Etapa muy exigente

Con el pelotón muy tocado por la dura climatología y el alto ritmo con el que se disputa la París-Niza, hoy llega su jornada reina entre Peynie y Tourrettes-sur-Loup, de 220 kilómetros, con ocho puertos de montaña, el último de ellos, el de Vence de Primera, de 9,7 kilómetros y un desnivel medio del 6,6%, situado a 37 de meta. Una jornada difícil de controlar para Astana porque Contador tiene a demasiados corredores en un margen de tiempo demasiado pequeño.