Crédito
Rodolfo Ares pretende otorgar títulos de credibilidad a sabiendas de que le resulta simplemente imposible. La credibilidad de la apuesta de la izquierda abertzale se mide en la aceptación popular, y lo único que el consejero de Interior pretende es la renuncia a los objetivos estratégicos de los independentistas vascos. Ares no es creíble.