El nuevo primer ministro ucraniano, Mikola Azarov, destacó ayer que «la aplicación de medidas en tiempos de crisis no es asunto de mujeres», explicando así (?) la ausencia de presencia femenina en su gabinete.

«La situación del país es difícil y hace falta un Gobierno de gente capaz de trabajar 16 ó 18 horas al día. Aplicar reformas no es un asunto de mujeres», declaró Azarov, que, sin embargo, no tuvo reparos en manifestar que respeta a las mujeres.

Azarov sustituye a Yulia Timoshenko, la primera mujer que dirigió un Gobierno en Ucrania y que ha pasado a la oposición tras su derrota en las presidenciales de febrero frente a Viktor Yanukovich.

Durante la campaña presidencial, Yanukovich también recurrió a frases misóginas, aconsejando, por ejemplo, a su compe- tidora «irse a la cocina».

Exorcismo

Azarov protagonizó otro espectáculo chusco al pedir a un sacerdote ortodoxo que realizara un exorcismo en su despacho con el objetivo de eliminar el influjo de su predecesora, ¥ulia Timoshenko.

«Era muy difícil respirar aquí. Tras la bendición, será mucho más fácil», señaló Azarov en Dnipropetrovsk, según informó la agencia Interfax.

El exorcismo fue llevado a cabo por un sacerdote de Pechersk, un célebre monasterio ortodoxo de Kiev que data del siglo XI.