Delegaciones de PNV y EA compuestas por cuatro personas por cada parte tienen concertada una reunión para hablar con seriedad y profundidad de la detención de ocho cargos y militantes jeltzales acusados de cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales, y de sus posibles implicaciones en la actividad de cada uno de los partidos y en el futuro de la Diputación Foral de Araba.

El PNV hubiera preferido salvar este trago con una cita «para tomar un café», pero su socio quiere saber el terreno sobre el que pisa, no sea que el caso le salpique al final por su relación con los jeltzales. La hora y lugar del encuentro se mantienen en secreto, aunque se asegura que tendrá lugar hoy o mañana.

Pese a haber aceptado la celebración de la reunión, está claro que a los jeltzales no les han gustado las exigencias de información de EA. Y nada menos que el presidente del EBB se encargó ayer de calentar las vísperas del encuentro.

En una entrevista concedida a ETB, Iñigo Urkullu descalificó la pretensión de crear una comisión de investigación en el Parlamento de Gasteiz (órgano competente si el caso afecta al Parque Tecnológico de Miñano) que «viene también de EA», partido al que quiso referirse «con gravedad por la mezquindad y la ruindad de su actuación».

Distinguió la actitud de los diputados forales de EA y la del partido en esa «estrategia de unos años a esta parte de tener que distanciarse absolutamente del PNV» con el «todo vale».

Urkullu pidió después «que no se me acuse a mí de decir nada respecto a un socio, cuando un socio de coalición de gobierno es el que está extendiendo una mancha respecto al conjunto del PNV. Es lo que yo no puedo admitir».

Respuesta de EA

A través de una nota, EA calificó de «ataque gratuito» las declaraciones de Urkullu y señaló que «el PNV tendrá que explicar qué ha cambiado desde que reivindicó la `tolerancia cero' a ahora, que se tacha de mezquino a quien pide explicaciones»,

La formación abertzale mostró, además, su sorpresa por el hecho de que el ABB pidiera el martes discreción total y absoluta sobre el tema, y ayer «su máximo dirigente se descuelgue con insultos tan gruesos hacia una actitud que ha sido respetuosa con los imputados y radical en la exigencia de esclarecimiento de los hechos».

EA quiere ser especialmente tajante al destacar «lo bajo que resulta insinuar que partido y diputados tienen opiniones discordantes sobre el tema, cuando el conjunto de dirección, representantes institucionales y militancia está de acuerdo en la postura tomada, como se ha demostrado en las reuniones y asambleas que ha habido en la última semana». Según señalan en la nota, el conjunto del partido tiene claro que «no va a compartir ningún proyecto, camino o iniciativa con ningún partido, ni el PNV ni ningún otro, sobre el que se cierna la sombra de la corrupción».

Los ocho siguen afiliados

En su entrevista, Iñigo Urkullu también criticó al PP. Además, dijo tener la «garantía del presidente del ABB» de que la imagen del partido está «limpia e impoluta». «Nuestra responsabilidad es la garantía de la limpieza, de la honestidad y de la transparencia como partido en Araba. Esa garantía la tengo por parte del ABB y yo tengo una confianza plena en lo que me dice el señor Gerenabarrena».

En cuanto a los detenidos, afirmó que «siguen siendo afiliados del PNV, con todos los derechos y obligaciones». Pero elogió la decisión, tomada «de mutuo acuerdo», de que tres de ellos dejaran sus cargos.