El Gobierno de Lakua acaba de autorizar el uso de los 32 dispositivos de control de velocidad que llevan más de un año inactivos en las carreteras de la CAV. Las cabinas de radar colocadas a principios de 2009, sobre todo en la N-I y en la A-8, estaban vacías, sin cámaras; a pesar de no poner multas, conseguían que numerosos conductores pisaran el freno.

Ahora, aunque el Departamento de Interior de Lakua no haya concretado la fecha exacta, una vez que la directora de Tráfico, Amparo López, haya puesto en marcha los trámites administrativos necesarios, en breve se activarán los dispositivos.

La resolución emitida por Interior desgrana la situación de los 32 radares en la CAV: 11 de los dispositivos se sitúan en Araba, 14 en Gipuzkoa y 7 en Bizkaia. Éstos complementarán a los que ya están operativos, que son 39 ¯2 en territorio alavés, 27 en Bizkaia y 10 más en Gipuzkoa¯.

Sin embargo, no todas las cabinas de radar tendrán siempre un detector de velocidad dentro. Interior dispone de 17 cinemómetros para las 70 carcasas, por lo que se rotarán entre ellas. La cuestión es que los conductores nunca sabrán si la cámara se encuentra o no dentro del radar que sobrepasan. De manera que, según López, «cumplen de igual forma su cometido preventivo: reducen por sistema la velocidad, que es lo que se pretende».

La directora de tráfico manifestó que «debe prevalecer el aspecto preventivo frente al meramente punitivo». A pesar de conocer dónde se encuentran los dispositivos fijos, la Ertzaintza dispone de otros elementos para controlar la velocidad de los conductores: once cinemómetros móviles en trípodes o situados dentro de los vehículos policiales también controlarán a los conductores.

En los «puntos negros»

Los nuevos elementos de control están situados en las principales vías de la CAV y en buena parte coinciden con tramos de concentración de accidentes, conocidos como «puntos negros». En Gipuzkoa, se refuerza de forma notable el control sobre la N-I con la instalación de 8 nuevos radares; en la A-8 se dispondrán 5 más. El último se ubica en Beasain, en la carretera GI-632.

En Araba, 3 de los nuevos radares están en la autovía de Altube, 2 en Laudio y 1 en la AP-I en Legutio, en la A-I en Egino y en la carretera de Errioxa.

En Bizkaia, por su parte, se han colocado en la A-8 en Muskiz, en la AP-68 en Arrigorriaga, cerca de Artea y en Erletxe.

Vehículos con sensores

Por otro lado, con el objetivo de mejorar las tecnologías contra los atascos y los accidentes de tráfico, Gipuzkoa Aurrera ha impulsado un proyecto denominado «Sistema de Gestión de Flujos de Vehículos».

5.000 vehículos de particulares voluntarios adscritos al programa enviarán datos sobre el estado de la red al centro de control de tráfico de la Diputación. A su vez, estos conductores recibirán e intercambiarán información. Para ello, el sistema requiere la instalación de antenas fijas situadas en la red viaria que recabarán información a través de los sensores instalados en los vehículos.