Dice Arturo Valls que Cuatro ha entrado en un momento en donde priman los resultados, se pierde la perspectiva y se toman decisiones con demasiada angustia y prisas. Lo asegura después de que su programa «Vaya tropa» haya sido retirado de la parrilla por sus malos resultados de audiencia, que en esta ocasión coincide con la baja calidad del producto. Se refiere el actor valenciano a que en otros tiempos se hubiera mantenido más días o semanas en antena intentado que se mejorara el propio programa y que las audiencias encontraran las bondades que seguramente él, el equipo de actores, guionistas, de realización y de producción y hasta el responsable de programación de la cadena que autorizó la inversión y su emisión están convencidos que atesoraba el bodrio.

Está claro que se pierde la perspectiva del valor del propio trabajo, que se amanece con los resultados de Sofres y todas las ilusiones se congelan, despertando del sueño de triunfo, rompiéndose la burbuja en la que se ha vivido. En otros tiempos más tranquilos las decisiones eran menos arbitrarias, se colocaban los programas con más criterios previos y no dependiendo de las productoras y los caprichos o los favores debidos, las opciones para el telespectador eran menores, y se podía mantener el tipo sin tantas tensiones. Pero el tiempo de decisiones es ahora diferente, la competencia mayor y la respuesta de los telespectadores se mide casi al instante.

Por eso, nadie puede dar una razón creíble para mantener en ETB-2 «Uyyyy», el peor programa del mundo, la cosa más nefasta de los últimos tiempos, sin audiencia que le dé coartada, con unos guiones malísimos, una realización horrible, unos invitados que se empobrecen, con unos actores desaprovechados hasta el ridículo. ¿Por qué sigue? ¿A qué viene este empecinamiento? Vale, es bueno un tiempo más tonal, un poco de paciencia, pero ¿no es suficiente ya para darse cuenta que no tiene remedio? En este caso no hay más criterio que aguantar por si acaso llega un milagro. O se acaba el contrato. O alguien toma la decisión adecuada como han hecho en Cuatro. Estamos ante algo que es intrínsecamente insoportable.