El eurodiputado del PP y ex ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, abrió el martes la caja de los truenos al asegurar que José Luis Rodríguez Zapatero y ETA están en «una segunda fase» de negociaciones y añadir que ambos son «potenciales aliados», puesto que ambos buscan una «España debilitada».

Nadie cree semejantes afirmaciones y, de hecho, incluso los medios de comunicación más afectos a la derecha española criticaron ayer a Mayor Oreja, pero el PP ha decidido sacar rentabilidad a ese discurso. Los miembros del Gobierno español y los portavoces del PSOE que el martes descalificaban al ex ministro y exigían a Mariano Rajoy que lo desmintiera, tuvieron ayer taza y media.

Primero, en una entrevista matinal, Jaime Mayor Oreja se ratificó en sus apreciaciones. Y, como dando una pista sobre su situación en el PP, afirmó que ya había hablado con Mariano Rajoy y que éste diría «lo que tenga que decir».

Y lo que Rajoy dijo fue esto: «Yo creo que el señor Mayor Oreja tiene un profundo conocimiento de la materia antiterrorista. Ha sido un extraordinario ministro del Interior y, por lo tanto, hay que escucharle, y yo en estas materias, le escucho».

¿Pruebas? Al Gobierno

Pero Rajoy no sólo escucha a Mayor Oreja, sino que en lugar de pedirle a él pruebas de lo que dice, siembra dudas sobre el Gobierno del PSOE, recordando que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ya negoció con ETA, lo que «fue un error», y después rectificó. Añadió que el PP apoyará al Gobierno «siempre y cuando mantengan esa rectificación y, por lo tanto, no negocie con ETA».

¿Cómo saber que el Gobierno es sincero en esa apuesta? Rajoy lo tiene claro: hay un momento muy importante en los próximos tiempos que es la celebración de las elecciones municipales del 2011, en las que espera que «ETA, Batasuna o cualquiera de sus franquicias no puedan presentarse». «Si así es, porque el Gobierno actúa con contundencia y democráticamente, yo lo apoyaré, y si no lo hace y deja presentarse a Batasuna a unas elecciones, yo lo denunciaré», concluyó Rajoy.

¿La clave? Las elecciones

Escuchado «lo que tenía que decir» su presidente, Jaime Mayor Oreja volvió a hablar, destacó que el líder de su partido, ha puesto «la llave» al afirmar que la «prueba del nueve» para saber si la izquierda abertzale tiene espacio en la vida política está en las próximas elecciones municipales. «Las palabras de Rajoy significan esencialmente que la prueba serán las elecciones», resumió.

No fueron sólo Mariano Rajoy y Mayor Oreja los que pusieron la clave de este asunto en la presencia de la izquierda abertzale en las próximas elecciones municipales y forales. La portavoz en el Congreso español, Soraya Sáenz de Santamaría lo hizo el martes en su primera reacción y lo repitió ayer. También la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Arantza Quiroga, incidió en que se cierre cualquier puerta al independentismo.

Quien tuvo, retuvo

Por otra parte, la jornada sirvió también para mostrar la fuerza que todavía mantiene Jaime Mayor Oreja dentro del PP. Nada menos que José María Aznar y Esperanza Agirre salieron a la palestra para recordar que «hasta ahora el señor Mayor Oreja ha tenido razón en lo que ha dicho». La presidenta de Madrid añadió, eso sí, que espera que esta vez se equivoque.

Sólo la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, intentó suavizar las palabras de Mayor Oreja diciendo que el PP «no tiene pruebas fehacientes» de que el Gobierno esté negociando con ETA, como declaró el eurodiputado, quien, a su juicio, «fue más allá de lo que hubiera pensado cualquier miembro del PP». Por si acaso, luego aclaró que «es un gran portavoz en la Cámara europea».

Pero visto cómo había ido el día y después de que Mariano Rajoy fijara la posición del partido, Mayor Oreja también tuvo su particular «regalito» para María Dolores de Cospedal, recordándole que tampoco había «pruebas fehacientes» cuando el PNV «se abrazó a ETA» en Lizarra con la «tregua-trampa» o cuando en la pasada legislatura ETA y el Gobierno «hicieron la primera parte de la negociación». «Es que pruebas nunca se tienen», enfatizó.