El Salvador
Funes pide perdón e implica al Estado en el 30 aniversario de la muerte de Romero
Treinta años después de su muerte, no se conoce aún la identidad del hombre que el 24 de marzo de 1980 se detuvo en el umbral de la capilla del Hospital de la Sagrada Providencia, levantó su arma y disparó un solo tiro, que impactó en el pecho del arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, cuando éste levantaba el cáliz consagrando la eucaristía. El sicario recibió 400 dólares. Ayer el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, pidió perdón y afirmó que los escuadrones de la muerte que lo perpetraron «actuaron bajo la cobertura, colaboración, aquiescencia o participación de agentes estatales».